Page 255 - Resiliente
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culpa... los eh dejado atrapados en esas criaturas, ellos
están atrapados en esa forma asquerosa, simplemente me largue
de allí, no hice nada... y no voy a estar en paz hasta... bueno
hasta darles paz a ellos también.
Mauro y yo nos miramos.
—Ya sé que... a estas alturas a lo que menos se deben
parecer es a ellos mismos, —dijo Máximo. —ya quizás ni siquiera
los reconozca, pero aún siguen viviendo, pululando en mi cabeza
tal cual y los deje allí, y ellos no se merecen seguir exis-
tiendo de esa forma.
—Pues vamos. —dije yo entonces.
—De todos modos tenemos que ir por mas medicinas. —dije a
Mauro —Si seguimos dejando que la tos de Máximo progrese va a
recaer en neumonía.
Mauro entonces asintió, Máximo me miro.
—Gracias, —dijo. —por apoyarme.
—Es algo que debes hacer...
—Lamento haberlo ocultado... pero es simplemente demasiado
doloroso para mí hablar de eso, y yo no llevo una bitácora como
ustedes para habérselos hecho leer.
—Lo comprendo hombre... ya iremos... —dije mientras asen-
tia con la cabeza.
Acompañamos a Máximo el resto de la mañana, y su actitud mejoro
notablemente para la tarde, comenzamos a darle los retoques fi-
nales a la expedición que íbamos hacer, pero teníamos un dilema
el cual no dejaba de darnos vueltes.
Aun no confiábamos plena y completamente en nuestros enemigos,
y con Sandra solamente ella no iba a poder contenerlos en el
hipotético caso de que hicieran una rebelión y nos dejaran
fuera... al día siguiente, quedamos en que Mauro se quedaría,
iríamos Máximo y yo a por las medicinas.
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