Page 257 - Resiliente
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—Supongo que tú estarás de acuerdo con que ella vaya...

                          —Tú sabes cómo es allí abajo, –Dije en voz baja, mientras
                   giraba a verlo. —tu sabes...

                          —Si lo sé... —dijo Máximo, asintiendo con la cabeza y aga-
                   rrando a Cleo de la barbilla.



                   Me gire mientras ellos culminaban su momento y proseguí mi

                   marcha, volví hacia las casas y me dirigí hacia Mauro que
                   estaba sentado junto con Laura en una esquina, en esos momentos

                   le tocaba vigilar a Carlos y a Cesar, y desde luego Cesar estaba
                   con Sandra sentado.



                          —Máximo llevara a Cleo mañana. —dije yo.

                          —¿Y de donde salió esa decisión? —dijo Mauro sorprendido.
                          —La tomaron los dos. —dije yo.

                          —Pues te toca cuidarlos a los dos. —me dijo ella, sorpren-
                   dida igual que Mauro por la decision de Máximo y Cleo.

                          —Hare lo posible, nos vamos a primera hora, te toca turno
                   doble. —dije a Mauro. —Y Laura, si es posible, tu ayúdalo con

                   los turnos, por favor.
                          —Si. —dijo ella alegre de que se lo hubiera pedido.

                          —Amor sabes que puedo yo solo con los turnos, –Dijo Mauro
                   a Laura, mientras me miraba como en protesta. —no tienes que...

                          —Ya el jefe dijo. –Dijo ella sonriéndole.
                          —Yo no soy el jefe de nadie, —dije yo algo preocupado

                   —yo solamente quiero que las cosas se distribuyan bien, no creo
                   que te venga mal un par de ojos que te cuiden la espalda Mauro,

                   ya que yo no estaré.
                          —Está bien, ella se quedara aqui conmigo. —dijo a regaña-

                   dientes, pero sin animos de discutir.
                          —Vale.



                   Me retire dejándolos solos, y me fui a casa sin cenar, donde

                   me encontré a Camila y como de costumbre, nos pusimos a con-
                   versar hasta que nos quedamos dormidos, me costo mas de lo nor-

                   mal, a decir verdad algo en todo lo planificado no me da buena
                   espina, hay algo que me hace sentir incomodo.




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