Page 256 - Resiliente
P. 256

Pasamos toda la mañana y la tarde alistando el jeep que esta

                                    vez usaríamos debido a lo dañado que había quedado el Toyota
                                    cuando salimos de T-Farmacéuticos.



                                    De todos modos, Cesar estaba contribuyendo a reconstruirlo,

                                    quizás lo logre... pero a falta de piezas estoy algo escéptico,
                                    mientras Máximo y yo colocábamos lo que nos quedaba de munición

                                    en las pistolas y guardábamos las armas blancas que íbamos
                                    a llevar, Cleo apareció en una esquina, alistamos bien el jeep

                                    y ella se aproximó lentamente hacia nosotros.



                                            —¿Está todo bien? —dijo ella.
                                            —Ya se enteró. —le dijo Máximo.

                                            —Oh, ya veo —dijo ella bajando la cabeza. —y... ¿Cuándo
                                    se lo dijiste?

                                            —Ayer. —dijo Máximo.
                                            —¿Y van a bajar a eso? —dijo Cleo, ahora preguntándomelo

                                    a mí, ignorando un poco a Máximo.
                                            —Si, —dije yo. —y a buscar medicinas para Máximo...



                                    Ella asintió lentamente.



                                            —¿Quieres venir? —dijo Máximo.



                                    Mire sorprendido a mi compañero y a una anonadada Cleo por esta

                                    proposición repentina, aunque creo que eso deberiamos de discu-
                                    tirlo no quier interferir en sus acciones, el sabe lo que hace.



                                            —No quiero estar solo cuando haga esto. —dijo Máximo.

                                            —Y tú sabes cuánto significaron ellos para mí. —dijo Cleo
                                    aproximándose a Máximo. —yo quiero ir.

                                            —Gracias bebé.



                                    Yo me quede mirando a Máximo mientras los dos se abrazaban,
                                    luego termine de meter el equipo necesario en la maletera

                                    del jeep y comencé a caminar hacia la escalera de la casa,
                                    en eso escuche la voz de Máximo.




                   256
   251   252   253   254   255   256   257   258   259   260   261