Page 58 - Resiliente
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Corrí hacia él y mire que había una Revivida sobre el lanzán-

                                    dole una tormenta de golpes, le aseste una patada y Máximo
                                    gateo hasta el arma, pero el alarido alerto a los demás Revi-

                                    vidos y escuchamos el alarido del Histérico, levante mi escopeta
                                    y le dispare a la Revivida que había atacado, Máximo agarro

                                    la pistola y comenzó a disparar con desigualdad a los Revivi-
                                    dos que comenzaban a subir corriendo por las escaleras, y lue-

                                    go sobre ellos brinco el Histérico y corrio hacia el, Máximo
                                    disparo, pero se movió con agilidad y esquivo los primeros y

                                    luego se abalanzo sobre Máximo.



                                    Corrí de nuevo y le dispare al Histérico con la escopeta, pero
                                    dos perdigones se le metieron en el brazo a Máximo que grito

                                    de dolor, mas Revividos seguían subiendo



                                            —¡Entra! —grite disparando la escopeta hasta que la cámara
                                    quedo vacía en totalidad.


                                    Me metí y cerré la puerta, pero con la patada Máximo le había

                                    destrozado la cerradura, agarré un punado de cartuchos y
                                    comencé a meterlos en la cámara, en esos momentos Máximo salió

                                    de la cocina del reducido apartamento con una bombona de gas.



                                            —¡Quieres matarnos! —grite.


                                    Máximo me aparto de un empujón y abrió la manguera del gas.



                                            —¡A todos esos putos de mierda! —grito pateando la puerta
                                    cuando uno de los Revividos metió el brazo.



                                    La histeria de Máximo era tal que la madera se enterró en la

                                    carne semi-putrefacta de la criatura, Máximo pateaba con tal
                                    vehemencia que quede asustado, nunca habia visto a mi hermano

                                    con tanta ira, simplemente me tenia perplejo.











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