Page 53 - Resiliente
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—Como te hiciste la cortada te acaban de preguntar

                   —dijo Máximo.
                          —¿Qué importa? —dijo ella mirándonos a los dos

                   —¿Quiénes son?
                          —Amigos

                          —Hoy no hay nadie que sea amigo de nadie —dijo ella
                   —solamente hay gente loca o muerta caminando por toda la maldita

                   ciudad y gente aún más loca que mata a los vivos también.
                          —Ok de cual clase eres tú —dijo Máximo entre dientes.



                   Ella no respondió, se encogió más.


                          —Donde esta Mauro —dijo Máximo en tono cortante.

                          —El...
                          —¡Donde esta! —grito acercándose más —¡Donde esta mal-

                   dita sea!
                          —Déjala hablar —le dije a Máximo, este retrocedió

                   lentamente, estaba visiblemente afectado, me agaché y me atreví
                   acercarme un poco –¿Donde esta Mauro?

                          —Vine con el —dijo ella mirándonos a los dos —soy su novia.
                          —Paja —dijo Máximo retrocediendo —quítate por qué le voy a

                   volar la cabeza a esta puta mentirosa.
                          —Máximo por Dios ¿puedes ir a caminar en el pasillo?



                   Me miro incrédulo.



                          —Púdrete, a mí no me trates como si estuviera loco...

                          —Entonces cierra la boca —le dije mirándolo, Máximo me
                   miro unos instantes y no dijo más nada, me gire de nuevo

                   —¿Su novia? Bien, cuando fue la última vez que lo viste.
                          —Hace más de una semana —dijo ella en tono tembloroso

                   —dijo que volvería.
                          —¡Maldita mentirosa! —grito Máximo abalanzándose, lo agarre

                   de la cintura y lo empuje con todas mis fuerzas, Máximo se
                   estrelló ruidosamente contra una silla —¡Si me vuelves a tocar

                   te voy a partir el culo!
                          —¡Anda a calmarte! —le grite.




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