Page 50 - Resiliente
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—Tenemos que ser rápidos Máximo —le dije —correr rápido

                                    hacia el apartamento y brincarnos la reja.
                                            —Yo no soy de correr —dijo Máximo.

                                            —¿En serio te vas a poner con esas pendejadas aun así?
                                            —Yo soy yo hasta el día que mi maldito cuerpo deje de

                                    funcionar —me dijo en tono de protesta.



                                    Le mire incrédulo, Máximo y su maldita autenticidad me
                                    resultaban insoportables en ciertos momentos, Llegamos al lado

                                    opuesto del edificio y me brinque la isla que separaba los
                                    canales, me pare de retroceso y mire que muchos zombis comen-

                                    zaron a venirse hacia nosotros, incluyendo a algunos de esos
                                    que corrían, Máximo se bajó del carro saltándose sobre la puerta

                                    y saco la pistola.



                                            —¡No le dispares! —le grite —vas a atraerlos.
                                            —¿Y para que mierda me traje esto entonces? —dijo Máximo

                                    mirandome.


                                    Los dos corrimos hacia la reja y me subí primero, y luego
                                    Máximo, los zombis se pegaron contra la reja con fuerza inclu-

                                    yendo ese maldito Revivido que corría.
                                    Lo mire meter las manos con desesperación entre los espacios de

                                    los tubos, Máximo comenzó a tocarle los dedos que se abrían y
                                    se cerraban con la pistola y me miro.



                                            —Esto es increíble...

                                            —Bueno, mejor sigamos —dije viendo la reja repleta, y
                                    sabiendo que no aguantaría.

                                            —Aja, y como putas vamos a salir ahora —dijo Máximo.
                                            —Ya nos las arreglaremos Máximo, vamos, esa reja no va

                                    a aguantar.



                                    Con mi escopeta en manos proseguimos por el edificio y pasamos
                                    por la entrada que estaba cerrada, me pare y apunte con la

                                    escopeta a la cerradura y la volé en pedazos, Máximo entro pri-
                                    mero y yo luego, los dos usando toda la mierda que pudiéramos




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