Page 45 - Resiliente
P. 45
—¿crees que estén...
—No se —dijo Máximo —pero si te digo algo, si lo están, es
mejor que estén así a que estén viviendo esta pesadilla, espe-
rando a morirse como lo estamos haciendo nosotros ¿puedes creer
que esto en realidad haya sido real? Me acuerdo que pasábamos
la tarde completa hablando de un futuro post apocalíptico...
Asentí lentamente...
—No te imaginas cuantas veces me lo eh pensado
—le dije, y era cierto, repito que me parece increíble que
todo lo que haya hecho en mi imaginación con anterioridad se
haya vuelto real.
—Mañana a primera hora voy a ir al misterioso apartamento
de Mauro —dijo Máximo —allí debe estar escondido...
—Espero que si —dije yo, misterioso porque en la infancia
habíamos visitado muy poco su casa, sus padres eran divorcia-
dos y vivía en casas diferentes y a su madre jamás le gustó
mucho que nos pusiéramos a babear todo el piso con las figuras
de acción...
Máximo bajo la cabeza.
—Ese bastardo no se puede morir...
Finalizo este escrito con esa palabra que dijo Máximo, repi-
to una vez más que intentare anotar toda mi experiencia con el
mayor detalle posible, por supuesto, fallare en algunas cosas,
ahora es de noche, y estoy inclinado en lo que solía ser mi
viejo estudio, en mi habitación, escucho a Camila reposar
en la cama, y escucho algún murmullo en la habitación donde
duerme Máximo, como dato, no voy a ver que mierda están ha-
ciendo allí adentro pues él y su novia siempre han sido perso-
nas realmente... abiertas, me quedare mirando a Camila dormir
toda la noche, no puedo pensar en otra cosa que en Mauro.
45