Page 46 - Resiliente
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Me resisto a pensar que haya fallecido, me resisto a pensar que
se haya dejado infectar, me resisto con toda mi alma... y tengo
que verlo por mis propios ojos, Camila tendrá que comprender,
ella y Cleo se quedaran aquí cuidando el refugio, le dejare mis
pistolas mientras que yo me llevo la escopeta, supongo que mi
otra escopeta bastara para Máximo, ella tendrá que entender...
Mauro lo habría hecho por mí, cito y dejo escrito, que quizás
podría ser lo último que plasme en estas páginas, mañana iré
por él, y espero volver con él para el anochecer, si no, moriré
alegre después de al menos haberlo intentado.
Camila, Te amo, Cleo, si no volvemos y lees esto, lo lamento,
no pude cuidarle la espalda a Máximo, o Máximo se pasó de
listo y cuido demasiado de la mía…espero volver, repito que es
mi cumpleaños... solo desearía que todo fuese como antes...
Miércoles 16 y jueves 17 de mayo, Bitácora del doctor Mario D.
A las 6 am en punto, Máximo y yo estábamos parados frente a la
casa en la urbanización la pedregosa avistando el amanecer,
los pájaros volaban y un viento paseaba llevando el hedor de la
podredumbre de la ciudad.
Los Revividos se estaban pudriendo en verdad, me sorprende que
un organismo que aún sigue en actividad se descomponga progre-
sivamente, es impresionante de ver, como científico y físico,
no sé explicar los acontecimientos presentes de una forma
lógica, me es imposible, lo único que puedo deducir es que el
virus se apodera del sistema nervioso central, y descuida la
manutención celular... tendrá también que ver con el metabolis-
mo de esos Revividos si es que tienen tal.
Preferí no perder el tiempo pensando en todas esas cosas que
aun pienso, en esos momentos, nos pusimos manos a la obra,
desplegué todo lo que tenía a mi utilidad, un par de escopetas,
una pajiza y otra de bala individual que le cedi a Máximo,
coloque la munición que creí necesaria en mi mochila y coloque
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