Page 52 - Resiliente
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—El marico estaba recogiendo comida —dije en voz alta
—debe estar vivo.
—¿Recogió comida? —dijo Máximo —porque aquí yo encontré
algo que debes ver.
Me acerque hacia la cocina y mire que al fondo del lado derecho
había una mujer completamente encogida dentro de sus rodillas
apuntándole a Máximo con un cuchillo enorme, sin embargo,
temblaba mucho y estaba indecisa. Máximo le apuntaba con el
arma agarrada entre sus dos manos y la miraba con malicia,
esa mirada que indicaba bien que si se movía le iba alojar
dos balas en la frente, me pare al lado de Máximo y sostuve
la escopeta con una mano y extendí bien la otra para que
viera la palma y asi darle algo de confianza.
—Está bien —dije en voz baja y calmada, pero creo que
falle porque realmente no estaba calmado. —Está todo bien...
Ella no respondió si no que nos miró con una cara de animal
arrinconado, Máximo le apuntaba todavía.
—¿Podrías bajar eso? —le dije dibujándole las palabras en
la boca, Máximo bufo e hizo caso omiso.
Me giré y volví a levantar la voz
—Buscamos a alguien, Mauro, Vivía aquí o su madre vivía
aquí...
Me fije que tenía una enorme cortada en el brazo izquierdo a la
altura del codo, retrocedí un poco y comencé a pensar que en
aquella esquina lo que había era un saco de infección, me fije
que Máximo también había visto la herida y amartillo el arma.
—Baja eso —le dije, luego me volví y miré a la chica
—¿Cómo te hiciste esa cortada?
—No estoy infectada —fue lo que dijo en un tono tajante.
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