Page 60 - Resiliente
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Mire que el ruido del estallido había atraído a más y apunte

                                    con la escopeta al que venía más cerca.



                                            —¡VAMOS! —grito Máximo corriendo hacia la calle.



                                    Los dos nos esprintamos hacia el mercado, que era un edificio
                                    grande y corroído, bastante viejo, miramos que las puertas

                                    delanteras estaban cerradas, ¿estaría allí? Corrimos fue hacia
                                    la parte subterránea donde estaba el garaje, me gire y le

                                    dispare a otro revivido que me perseguía de cerca, y arriba,
                                    comenzó a bajar un histérico, Máximo se desapareció de mi

                                    campo de visión y yo le apunte al histérico, cuando fui a
                                    tirar del percutor el arma escupió la nada…me había quedado

                                    de nuevo sin cartuchos.



                                    El Histérico parecía haber percibido mi miedo y horror porque
                                    lanzo un grito, casi un aullido, muy fino y ensordecedor, y se

                                    me lanzo encima.



                                    Tenía la fuerza de un tipo normal con sus cabales en orden
                                    solamente que con la simple misión de aplastarme la cabeza y

                                    comerse mis sesos, recuerdo el histerismo de aquel animal
                                    lanzándome golpes en mi cuerpo y tratando de morderme, sentí

                                    los dientes rozando mi mejilla y la saliva que me caía sobre
                                    la cara, encaje el antebrazo debajo del cuello y me libere

                                    de la presión, lo lance a un lado y saque la pistola de la
                                    cintura, le apunte, pero observe que el seguro estaba puesto



                                            —¡MIEEERDA! —recuerdo haber gritado con ira.



                                    La criatura se paró de un brinco y corrió de nuevo hacia mi

                                    lanzando aquel odioso grito, coloque las piernas delante y me
                                    acosté sobre mi espalda, ella cayó sobre mis botas y la retuve

                                    unos segundos así mientras intentaba conseguir el maldito seguro
                                    de la pistola, cuando lo logre, la criatura me bateo el arma

                                    de las manos y volvimos a la posición inicial, volví a encajar
                                    el brazo en el cuello y esta vez con un arranque de ira agarre




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