Page 90 - Resiliente
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—¡CLEO! ¡CLEO! —comenzó a gritar con desesperación mien-
tras bajaba hacia las tres casas.
Acelere el Toyota hacia las casas y mire que Máximo atravesaba
la puerta de una patada, yo pare el Toyota y me baje corriendo
agarrando la escopeta, respiré con dificultad... de hecho sentí
que no respiraba, esos infectados habían entrado con mi chica
sola... y Cleo también.
Corrí, todo se estaba derrumbando en mi cabeza, ¿este era el
final? Corrí a toda velocidad, más y más, y llegué a la puerta
de mi casa donde vi a Máximo agarrando a Cleo con fuerza y yo
caí de rodillas aliviado, Camila salió detrás de mí y me rodeo
con sus brazos, comencé a suspirar, como si fuese a llorar,
pero sabía que era ese nudo del pecho cuando sientes un alivio
y una emoción indescriptible.
—¿Está vivo? —me dijo Camila a la oreja.
Asentí lentamente, ella respiro aliviada, vi entrar al perro
por la parte trasera, pero había escuchado que había estado
ladrando mucho.
—¡Ese maldito perro estuvo atrayéndolos toda la maldita
mañana! —grito Máximo volviéndose —¡Tenemos que asegurar este
hijo de puta lugar de una buena vez!
—Si —dije yo mecánicamente mientras agarraba los antebrazos
de mi esposa mientras me rodeaba el cuello con ellos, -sí.
Recuerdo que en esos momentos Máximo y yo volvimos a la reja
antes de bajar a Mauro del Toyota, habría que darles una nueva
vuelta a las casas de la urbanización a pesar de que yo antes
de ir a buscar a Camila limpie la urbanización de los zombis
que había por allí... más zombis en mi repertorio de muertes.
Llegamos a la reja y recuerdo que Máximo estaciono de retroceso
la camioneta balaceada contra la misma, no habría manera alguna
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