Page 222 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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222                   EL  MUNDO  HELENÍSTICO


     elemento helénico con el segundo de los «colores», el de los kshatriyas
     (guerreros). En Vidiça se ha encontrado un pilar que un embajador de
     Antálcidas  (véase la pág.  220)  le ofrecía hacia el  año  100 a Vasudeva,
     avatar de Visnú, y en el que se leía esta curiosa inscripción: «El pilar-Ga-
     ruda  [dios-pájaro, hipóstasis de Visnú]  de Vasudeva, el dios de los dio­
     ses, ha sido erigido por Heliodoro, un Bhagavad [sectario del Señor], hi­
     jo de Dión, habitante de Taxila, llegado como legado griego del gran rey
     Antálcidas al rey Kosiputra [...]». Es igualmente sorprendente ver en las
     monedas de Antálcidas una figura repetida en el anverso, con múltiples
     variantes: Zeus sobre el elefante. El dios griego superior es representado
     con un símbolo vinculado a la mitología india, ya que el elefante era el
     vahana (cabalgadura o vehículo) de Indra, rey de reyes.



        La riqueza de aquellos reinos era considerable, tanto por la fertilidad
     del suelo como por la intensidad de las relaciones comerciales, pues los
     atravesaba un gran eje de comunicación que, procedente de Bactra, al­
     canzaba, por los pasos del Hindu Kush, primero Begram y Taxila y des­
     pués, en la India independiente, Mathura, de donde partía una ruta que
     llegaba hasta Pataliputra, en el Ganges, y Barygaza, en el océano Indico.
     A lo largo de todo el eje se alineaban las ciudades, inmensas caravaneras
     como Bactra, encrucijada de la vía que procedía de la India pasando por
     Peshawar e iba hacia el Mediterráneo y las rutas de China por los oasis
     del Turkestán o por Mongolia, y de la que el embajador chino  Chang
     Ch’ien44 dejó una brillante descripción. Las excavaciones realizadas en
     Afganistán (en 1964) han sacado a la luz una ciudad griega todavía anó­
     nima (el nombre actual es Ai-Janum), en la confluencia del Amu-Daryá y
     el Kokcha: una acrópolis y una ciudad baja muy fortificadas. Esta ultima
     se desarrolló en forma de tablero alrededor de un eje principal de 1,6 km
     de longitud; se puede entrever ya un barrio de casas y uno de monumen­
     tos públicos, y se han hallado dos inscripciones griegas: una dedicada a
     Hermes y Heracles, dios del gimnasio, y algunas máximas délficas copia­
     das por el filósofo Cleantes de Soloi. La alfarería (vasijas megarenses, án­
     foras) procede del mundo mediterráneo. Al otro lado del Hindu Kush ya
     se conocían dos importantes aglomeraciones, también cuadriculadas se­
     gún el esquema de Hipodamo: Begram (la antigua Kapiçi, capital de Ka­
     piça), cerca de Kabul, que poseía una muralla con doble paramento de


        44.  Véase la pág. 232.
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