Page 219 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
P. 219
MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS POLÍTICAS 219
El reino creció de nuevo con la llegada de príncipes intrépidos, que
osaron aventurarse más allá de la elevada barrera del Hindu Kush, una de
las más infranqueables del mundo, en dirección a la India, donde, tras la
caída del poder maurya, después de la muerte de Asoka, reinaba una gran
confusión. Su primer objetivo era conquistar el valle del Kabul, afluente
de la orilla derecha del Indo, ruta natural de todas las invasiones: se in
corporan a la región el Kapiça (valle superior del río, alrededor de Kapiçi)
y el Gandara (valle inferior, alrededor de Peshawar, valle afluente del Ku-
nar y, seguramente, parte del Panjab, con el importante centro de Taxila).
Antímaco Teos y su hijo, Demetrio II, llevaron a cabo en la región
fructíferas expediciones. La numismática demuestra la expansión hacia
la India de un reino hasta entonces iraní: Antímaco acuñó monedas coin
cidentes con el modelo indio; con Demetrio, cuyo casco estaba adornado
con restos de elefante, aparecieron las leyendas bilingües, en las que el tí
tulo griego estaba traducido a un dialecto pracrito.42 Hacia el 190, Eu-
crátides tomó el poder tras asesinar a Demetrio II y ocupó durante mu
cho tiempo el valle del Kabul, lo suficiente para proclamarse Megas
(Grande), pero cuando volvió de su expedición, su hijo lo asesinó.
Los años posteriores a la muerte de Eucrátides fueron especialmen
te problemáticos. Sin duda fue entonces cuando se produjo la escisión
definitiva entre los dos reinos a ambos lados del Hindu Kush: el Estado
grecobactriano y el Estado grecoindio. Un griego originario de Alejan
dría del Cáucaso —por sus orígenes, quizás un simple aldeano— , Me
nandro (Milinda, en indio), empezó un reinado glorioso (155-130). Due
ño de Kapiça y de Gandhara, extendió su poder por las armas en el
Panjab hasta el curso del Ravi (antiguo Hydraotes), o incluso más allá.
Aliado con los príncipes indios, dirigió una expedición victoriosa hasta
Pataliputra (Patna). Soberano de un considerable reino, que por lo me
nos abrazaba desde Kabul hasta el Ravi y desde Udyana hasta Aracosia,
se hizo merecedor de los títulos con los que engalanaba sus monedas: ba-
sileus basileon (rey de reyes) en griego y maharajá (gran rey) en pracrito.
Murió en campaña, tal vez tratando de anexionarse Bactriana.
El interés de Menandro por el budismo fue importante. Cerca de
Peshawar se halló un relicario con su nombre y sus monedas llevaban la
insignia budista, la Rueda de la Ley (Dharmatchakra). Un texto en pali,43
42. El pracrito y el pali eran los dialectos del indio medio, derivado del sánscrito
(que, desde esa época, ya sólo sería una lengua religiosa y literaria).
43. Véase la nota 42.