Page 95 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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EL  MUNDO  DE  LA  CONQUISTA:  LA  EXPLOTACIÓN  DE  LOS  REINOS  95


        De esta manera, la brecha entre el mundo urbano explotador y el
     mundo rural explotado se hizo cada vez mayor, brecha en la que M. Ros-
     tovtzeff ve, no sin razón, la tara más profunda de las sociedades antiguas
     a partir del siglo IV y que, finalmente, será una de las causas más paten­
     tes de su derrumbe.


     La inevitable fusión


        En aquella sociedad colonial que ignoraba, en cuanto al derecho, las
     discriminaciones raciales entre vencedores y vencidos tan fundamenta­
     les en el Imperio romano, se iba esbozando poco a poco la fusión de ra­
     zas soñada por Alejandro.
        «Los macedonios se han convertido en egipcios», declaraban Poli-
     bio y Tito Livio. Pese a la evidente exageración de semejante frase,  el
     atractivo  de  Oriente  se  hacía  sentir  entre  todos  los  griegos,  tanto  en
     Egipto como en Asia, principalmente en el terreno religioso. En Egipto,
     algunos  griegos se hicieron momificar y enterrar con los libros  de los
     muertos;  el  sistema  de pesos  y  medidas31  y  el  calendario32  faraónicos
     (véase la tabla de la pág. 97) se impusieron en la administración lágida.
     Pero, así como el contagio era débil en las ciudades, donde los helenos
     conservaban su marco tradicional y eran relativamente numerosos, co­
     lonos y clerucos, que vivían mucho más aislados y no podían agruparse
     más que en las politeumata —asociaciones reconocidas, pero no institu­
     cionalizadas, y que no eran más que una caricatura de ciudad— , adop­
     taron progresivamente las  costumbres  autóctonas,33  tanto más  cuanto
     que éstas respondían a un ambiente muy distinto al de Grecia o Anato­
     lia y a que los matrimonios mixtos se multiplicaron a partir del año 250.



        31.  Medidas de longitud: codo (0,52 m), vara (100 codos). Medidas de superficie:
     arada (1 vara cuadrada = 2.735 m2), millar (10 aradas).
        32.  Con frecuencia, en los documentos, ambas fechas se daban conjuntamente. Por
     ejemplo, en la piedra Rosetta: «El 9o año (de Tolomeo V = 196) el 4 del mes Xandicos y
     el 18 del mes de los egipcios Mechir».
        33.  Es particularmente interesante conocer a los  dioses honrados en la  doréa  de
     Apolonio, en el Fayum. Estaban Zeus, Deméter y Hermes, pero también Poremanres (rey
     divinizado en forma de cocodrilo), Isis, Ptah y, finalmente, los nuevos  dioses (Serapis,
     culto real). Y los griegos veneraban a los dioses egipcios: uno prometía «ofrecer un sacri­
     ficio a la divinidad del lugar, como es costumbre en todas partes» (P. Lond, 2666); otro
     levantaba una estela con la imagen de Anubis en honor de Apolonio.
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