Page 92 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
P. 92

92                    EL  MUNDO  HELENÍSTICO


      Sanctasanctórum (grandes sacerdotes, profetas, estolistas y pastóforos)26
      y a los escribas de libros divinos se contraponía el bajo clero, cuya misión
      era preparar las ceremonias o asegurar la gestión de los bienes sagrados.
      Conocemos, a través de un informe papirológico de Tebas, el pequeño
      mundo de los coaquitas (los que vertían las libaciones), sacerdotes encar­
      gados del culto a los muertos:  necios,  codiciosos y proclives a pelearse
      cuando se trataba de sus beneficios. Por doquier, sin embargo, se encon­
      traba un mismo universo tradicionalista, conservador y oportunista, que
      durante siglos se había habituado en demasía al dominio extranjero co­
      mo para emocionarse por algo más que por sus intereses.



      El m undo del trabajo

         Rey, burgueses, funcionarios y sacerdotes vivían del duro trabajo que
      realizaban los humildes. La división de la sociedad en dos clases antité­
      ticas, ricos y pobres, y la explotación de los unos por los otros, existente
      ya en el siglo IV griego, no haría sino acentuarse en el mundo de los con­
      quistados.
         En  la  época  helenística  el  trabajo  servil se  generalizó  por  todo  el
      mundo mediterráneo. No hay acuerdo sobre el número de esclavos, que,
      desde nuestro punto de vista, debió de ser importante, tanto por las gue­
      rras como por el tráfico a gran escala de que eran objeto. A los esclavos
      domésticos, muy numerosos debido al desarrollo de una burguesía ávi­
      da de confort, hay que añadir los esclavos utilizados como mano de obra
      industrial en las manufacturas de Pérgamo, Antioquía y, sobre todo, Ale­
      jandría, donde, por vez primera, parece surgir una importante concen­
      tración servil.27
         Las revueltas serviles, raras hasta entonces, se multiplicaron, por ejem­
      plo, en Pérgamo, Délos, Laurión y Sicilia. No hay que descartar la posibi­
      lidad de que las concepciones igualitarias de ciertos estoicos, que postula­
      ban la unidad de la humanidad y, por tanto, se oponían al punto de vista
      de Aristóteles, según el cual había hombres que eran esclavos por natura­
      leza, hubieran desempeñado algún papel en su desencadenamiento.


         26.  Estolistas: quienes vestían al dios; pastóforos: quienes lo alimentaban.
         27.  Por el contrario, en la llanura egipcia, los griegos no habían cambiado las formas
      de trabajo: en las tierras reales, almazaras, hilanderías, minas y canteras, no había escla­
      vos. El rey utilizaba eventualmente una mano de obra forzada, no servil.
   87   88   89   90   91   92   93   94   95   96   97