Page 344 - Biografia
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Yo Beto: Una Historia Chévere para contar
Y PORQUE USO
BIGOTE…?
Tenía 19 años, ya tenía mi libreta militar, había recibido con
honores el cartón que me acreditaba como bachiller de la repú-
blica. Me empezaba a salir el bigote, en esa época, era bigote
chino, aquí chi… aquí no… aquí chi… aquí no. Entre a trabajar
a Colpatria como agente de seguros, debido a mi pinta (ver foto-
grafía), era el más joven del grupo de asesores comerciales en
seguros. Un agente de seguros debe visitar constantemente ge-
rentes de empresas y ejecutivos de alto nivel de multinacionales,
para darles a conocer el catálogo de servicios de la compañía,
cédulas de capitalización, seguros de vida y automóviles, segu-
ros industriales, para maquinaria, en fin, seguros generales.
La persona que me enseño el oficio, Julio Ramírez, un vete-
rano corredor de seguros, me sugirió, casi que me ordeno, que
debía cambiar de look, ya que, con mi cara de sardino, perdía
mucha credibilidad y seriedad ante los clientes y tenía razón,
ya que yo vivía este rechazo día a día. Cuál era la solución…?
Debía, a partir de la fecha, usar bigote para aumentar unos años
a mi apariencia física. Yo le decía a Julito: “Es fácil decirlo, pero
ese bendito bigote no me quiere salir”, y el, con ese buen hu-
mor que lo caracterizaba, me contestaba: “Pues si no le sale,
golpéele, y así me toque comprarle uno postizo mientras le sale”, la negra me decía:
“Julio tiene razón”. De todas maneras, rezando, aplicándome menjurjes que me pre-
paraban los interesados en el tema, por fin, después de muchos meses, logre cambiar
mi look y me salió bigote (ver fotografía), así mis clientes, compañeros y jefes, me
creían más.
Qué tal si hacemos otra pausa en la lectura de este bestseller, para disfrutar de un
mondongo con porción de arroz, de postre unos duraznos en almíbar y de sobremesa,
una poker litro, Ahh…! Que ricooo…!, ahora sí, continuemos que esto se pone bueno.
Con el tiempo, el bigote se convertiría en parte fundamental de mi personalidad y
en un elemento conquistador en los trabajos que desempeñe como locutor de radio y
televisión. Ahora, cuando estoy envejeciendo con dignidad, este bigote se está ponien-
do blanco, muchas personas me han dicho: “Porque no se lo tintura…?”, y yo siempre
contesto: “Quiero morir con mi bigote completamente blanco”.
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