Page 176 - LIBRO ERNESTO
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Ernesto Guerra Galarza
Fuimos encastados al estadio ‘Nueve de Mayo’, que lució repleto
y vestido de amarillo, con la hinchada de Barcelona copando las
gradas. Quería ser campeón con un equipo chico, más si antes del
encuentro decisivo, me había llamado Galo Roggiero para ofrecerme
la conducción técnica del Barcelona al año siguiente. Esa maniobra
era conocida. Siempre lanzaban propuestas indecorosas para sacar
provecho. Le contesté, que yo firmaba para dirigir a Barcelona,
siempre que me corone campeón con Técnico Universitario. Ahí
terminó el diálogo. Roggiero se borró del mapa.
Barcelona nos ganó 1 a 0, con un espectacular golazo de chilena del
delantero brasileño Víctor Ephanor, que fue una de las grandes figuras
que importó el fútbol ecuatoriano. Nos ganaron en buena lid, por eso
nos acercamos al hotel de nuestro rival para felicitarlos. No logramos
cerrar con broche de oro la campaña, pero llegar segundos, subcampeo-
nes, era un gran halago que la prensa y la afición ambateña reconocie-
ron en forma unánime. Habíamos ganado el boleto para jugar la Copa
Libertadores de América, por segunda vez en la historia del club.
En Ambato ya se hablaba de la renovación del contrato. También
había recibido una propuesta del general Luis Piñeiros, presidente de
Recibiendo el trofeo de subcampeón de las manos de Fabián Burbano, capìtán de Técnico
Universitario. Otto Vieira es testigo de honor. 'Mandrake' dirigía al Barcelona de Guayaquil.
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