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Capítulo 11



               MiS JUGAdORES pREfERidOS


               Hay dos arqueros que me llenaron la vista: Luis Alberto Aguerre y
               Ricardo Bernabé Romera, pero me quedo con ‘Monseñor’ Aguerre. A
               pesar de que era un jovencito, cuando lo dirigí en Deportivo Quito en
               1968, mostró que era un profesional serio, comprometido y ganador.
               Con personalidad y don de mando.

               Su presencia en el pórtico irradia-
               ba confianza y seguridad. Tengo
               un hermoso recuerdo de su traba-
               jo. Pensaba en grande, pese a que
               salió de un hogar muy humilde y
               lleno de privaciones. Ha llegado
               lejos en la vida por su convicción.


               Entre los zagueros, destaco a Mi-
               guel Pérez, por jerarquía, catego-
               ría y experiencia. Cuando se fue el
               ‘Negro’ y llegó Wilson Armas, en
               Nacional siempre recordábamos
               su enorme calidad. Fue un central
               incomparable. Otro de ese lote fue
               Enrique Portilla. El ‘Enyesado’ era
               extraordinario barriendo el fon-
               do. Jugaba hinchando el pecho y
               recto  como  un  tablón.  Su  juego
               era fino, pero metía la suela sin   Trajo a Ricardo Bernabé Romera para jugar
               contemplaciones. Sabía todos los   en U. Católica en 1970. El golero argentino
               secretos para jugar en el fondo de  tenía una pegada formidable y Ernesto lo
               la cancha.                       trabajó hasta dejarlo como un 'papelito'.


               No me puedo olvidar de Héctor de los Santos. ‘Pototo’ fue el gran
               hallazgo que hicimos una tarde en la cancha de Rampla Juniors en
               Montevideo. Era un mocoso atrevido que se escondía en la imponencia
               de su metro noventa. Tenía 18 años cuando vino al Ecuador y se
               convirtió en una muralla impasable, conformando una llave central

                                                Memorias de un triunfador  231
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