Page 41 - Mikorey, Max - Judaismo y criminalidad
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modo que en muchos casos los "Balmassematten" judíos son racialmente los
antecesores de la posterior conducción judía del Marxismo.
Si se quiere es posible prolongar esta línea aun más atrás.
Los antepasados legales de los "Baldower", "Schottenföler", "Jomarkkener",
"Chalven" y "Schränker", judíos armados de "Klamonnis" "Schabber" y "Rebmosche"
(Rabí Moses, expresión técnica con la cual se designa la gran palanca de hierro más
adecuada para el asalto, ¡es también Moisés el más grande de los profetas!), son los
patriarcas del Antiguo Testamento, los modelos y abuelos del Judaísmo. Ellos eran en
sentido criminal y de acuerdo a los conceptos del código penal, sin excepción
"chochem".
PERSPECTIVA
Hemos seguido de cerca la criminalidad del judaísmo, a partir del período que va de la
Guerra de los Treinta Años a mediados del siglo 19, cuando el espíritu del dinero del
judaísmo triunfa por primera vez con el capitalismo liberal y su criminal instinto de
destrucción con el Marxismo, y estas dos doctrinas, inseparablemente unidas en su
raíz al judaísmo (por lo cual no se enfrentan sino que se hallan interiormente
emparentadas), son aceptadas por las grandes masas de la población no-judía.
Por ello, no estamos errados si afirmamos que una parte de los criminales judíos se
dedicó entonces a la aplicación de estas doctrinas. Aquél cuyo padre o abuelo antaño
había sacado "Chailef" ejercido el "comercio de "Kohnen" o "Viaschma", ganaba
ahora su dinero en el capitalismo por la vía de la especulación bursátil, de la
intermediación deshonesta y de todas las formas de lucro permitidas o que se mueven
en el límite de lo permitido. En tanto aquél cuyos padres o abuelos actuaron con la
cara ennegrecida, el ariete y la pistola encontró como agitador marxista su actividad
en la preparación del "Schränken" en su más grande escala, el despojo violento de la
propiedad no-judía a través de la Revolución bolchevique.
Sin embargo, persiste una especial criminalidad judía. Aunque la estadística criminal,
lamentablemente, no tomaba en cuenta la raza sino la confesión, y beneficiaba así en
alto grado a los judíos (¡los judíos que no practicaban la religión no eran registrados
como judíos!), por lo menos nos permite formarnos una idea de esta criminalidad, que
aquí no podemos analizar. El "Schränken" violento es ahora completamente inusual
entre los judíos, de lo que resulta que en el asalto y hurto sangrientos su participación
es menor que la de los no-judíos. En cambio, en el período de 1892 a 1901 la
estadística criminal muestra que los judíos participaron, frente a los no-judíos:
En la usura 12 veces más
En los delitos contra la propiedad intelectual 11 veces más
En quiebras fraudulentas 8,9 veces más
En infracciones contra las normas de protección al obrero 7,3 veces más
En violaciones al descanso dominical 6,8 veces más