Page 10 - Bochaca Oriol, Joaquín Democracia show
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atención sobre lo que sigue.
                  En pleno siglo XIX, el siglo de las luces y del Derecho, más de cien mil infortunados poldevos,
                  esclavos modernos, gimen bajo el yuyo de unas cuantas docenas de grandes terratenientes.
                  Mujeres, ancianos, niños (pues los hombres trabajan en las fábricas y empresas agrícolas del
                  Extranjero) arrastran una miserable vida de bestias. No hay, para ellos, socorro alguno, a menos
                  que su liberación les llegue a través de la conciencia mundial que nosotros nos atrevimos a buscar
                  en vuestro corazón.
                  Señor diputado ¡Ayudadnos!. No os pedimos ni la más pequeña limosna, sino simplemente vuestro
                  eminente apoyo moral a través de una carta para nuestro dossier que deseamos presentar, el mes
                  próximo a la Tercera Sub-Comisión de la Comisión del Sub-Comité de los Derechos de las
                  Minorías de la Sociedad de Naciones.
                  En estos comienzos del siglo XX que ha visto germinar grandiosamente el triunfo de la paz
                  perpetua y de la fraternidad para siempre, es preciso borrar las últimas manchas inmundas. La
                  Francia de 1793 cuya espada flamígera humilló a los tiranos y a los reyes, puede salvarnos de las
                  zarpas de los grandes propietarios sedientos de sangre poldeva.
                  Gracias, honorable señor diputado, por vuestra respuesta que irá a Ginebra con la de los otros
                  colegas del Parlamento de la gran Francia de la Revolución.
                  Por el Comité de Defensa Poldevo
                  Lyneczi Stantoff, Lamidaeff.
                  Mandar las respuestas a L. Stantoff, etc.


                  Evidentemente, es un poco grueso. Cualquiera puede coger un diccionario y comprobar que los
                  poldevos nunca existieron. Además, la confesión de la mixtificación aparece en las dos firmas.
                  Lyneczi Stantoff, equivale, en francés, euf6nicamente, a L ínexistant... oft, es decir, Inexistentoff,
                  mientras que Lamidaeff, equivale a L' ami d' A.F., o sea, el amigo de A.F., o Action Française.    No
                  obstante, a vuelta de correo, Alain Mellet recibe cuatro respuestas,    una de ellas de Camille
                  Planche, diputado del Allier y presidente del grupo parlamentario de los Derechos del Hombre, y
                  otra de Cazals, diputado del Ariége, administrador de la Cámara, ex-presidente del Partido Radical
                  Socialista y... ¡profesor adjunto de la Universidad de Paris!    Unos días más tarde, llegan dos
                  respuestas más, dos misivas que agregar al dossier que deberá mandarse a la Tercera
                  Sub-Comisión de la Comisión del Sub-Comité de los Derechos de las Minorías de la Sociedad de
                  Naciones. La que firma Armand Chouffet, diputado del Ródano que Llegaría a Vice-Presidente de
                  la Comisión del Ejército es digna de figurar en una antología, pues, entre otras cosas, suelta
                     Respondo a vuestra llamada, tan dolorosa, diciéndoos que el socialista que soy yo se halla, de
                  corazón, junto a las víctimas de la opresión. Mi corazón, en efecto, sangra ante el pensamiento de
                  que unos hombres que deberían ser libres y felices deban doblegarse bajo el yugo de los verdugos
                  y sufran , tanto en su ser físico como en el moral.

                     Pero quiero ir más lejos. Quiero que sepáis que tras vuestra liberación, dijéramos material, yo
                  me hallaré a vuestro lado en la lucha por vuestra liberación espiritual y que, en las elecciones libres
                  que se celebrarán en vuestro noble pueblo, este socialista francés no sólo estará en espíritu con
                  vosotros, sino que, además, está dispuesto a visitamos y a asesoraras, si lo deseáis, en el montaje
                  y organización de las mismas.
                      Unid, pues, mi protesta a todas las que recibáis en favor de los poldevos, etc. etc..
                      Pero Mellet no estaba demasiado satisfecho del número de respuestas recibidas.
                  Comprendía que sus queridos poldevos estaban en peligro de caer en la indiferencia general.    De
                  manera que decidió aguijonear un poco a los representantes del pueblo.  Y el 4 de Abril de 1929
                  mandó esta segunda circular
                     Honorable señor diputado
                     Hace ya quince días que nos permitimos apelar a vuestra conciencia para que nos ayudarais a
                  protestar contra las infancias que padece la nación poldeva.    Mas, ¡ay!, los acontecimientos se
                  han precipitado. Los campesinos se han sublevado en dos departamentos. Entonces, en
                  represalia, los esbirros del poder han incendiado la Bolsa del Trabajo de Tcherchella. Con métodos
                  iguales a los empleados por los fascistas en Italia y Alemania un centenar de nuestros hermanos
                  esclavos han sido asesinados, atravesados por las espadas de la soldadesca de nuestros grandes
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