Page 213 - Pacto de silencio
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Ante todo quiero agradecer la oportunidad que se me ha brindado para exponer ante
                 tan  selecto  auditorio  la  versión  real  de  lo  acontecido  en  torno  a  la  masiva
                 intoxicación ocurrida en España, durante el año 1981. Vaya pues mi reconocimiento
                 a  tan  loable  gesto  que  aun  adquiere  un  mayor  valor  si  tenemos  en  cuenta  la
                 imposibilidad práctica de utilizar los medios de comunicación social en mi país para
                 expresar cualquier discrepancia con la hipótesis oficial del Síndrome Tóxico.
                 Aun  cuando  trataré  de  una  de  las  hipótesis  alternativas  no  es  este  mi  objetivo
                 principal.  El  propósito  es  dejar  constancia  de  unos  hechos  que  por  si  mismos
                 pondrán  en  evidencia  las  manipulaciones  y  falsedades  da  que  fue  objeto  1  a
                 investigación  científica  esencialmente  epidemiológica  para  dar  apoyo  ala  hipótesis,
                 oficial e impedir la apertura de lineas alternativas.
                 Pretendo per tanto denunciar públicamente estos hechos que han permitido ocultar
                 la verdadera causa del la intoxicación y perpetuar la caótica situación existente en
                 España en relación con la prevención sanitaria y el medio ambiente.
                 Este mal endémico es preciso-desaparezca con la máxima urgencia.
                 El reciente desastre ocurrido en el Coto de Doñana es un nuevo aviso. Si en este caso
                 como  en  el  Síndrome  Tóxico  se  están  ocultando  los  hechos.  ¿Que  no  ocurrirá  en
                 todos aquellos en los que la concentración de las víctimas y las manifestaciones no
                 son  tan  espectaculares?  Pero  aún  es  más  grave  la  acción  larvada  silenciosa  e
                 invisible  de  la  intoxicación  subaguda  o  crónica  prácticamente  imposible  de
                 denunciarse per si misma. Si es posible que en España se den los casos extremos de
                 intoxicaciones  agudas  como  las  mencionadas,  es  lógico  pensar  que  los  estadios
                 interiores ocasionados por menores dosis, también se produzcan. Si en las primeras
                 manifestaciones Inmediatas y espectaculares ha sido imposible determinar su causa,
                 en  las  segundas  de  efectos  a  largo  plazo  no  es  posible  tan  siquiera  sospechar  su
                 etiología tóxica.
                 No  es  un  problema  cuyos  efectos  puedan  encerrarse  en  las  fronteras  españolas.
                 España se ha convertido en la huerta de Europa. Los efectos de la falta de regulación
                 adecuada  y  control  efectivo  existente  en  España,  fatalmente  se  han  de  proyectar
                 sobre  el  exterior.  Cualquier  error  o  imprudencia  cometida  en  suelo  español  puede
                 llegar  al  lugar  más  recóndito  de  la  comunidad.  En  interés  de  todos  resulta  de
                 imperiosa  necesidad  acabar  con  este  caos  en  materia  de  prevención  y  seguridad
                 responsable  no  solo  de  catástrofes  como  el  Síndrome  Tóxico  sino  también  de  la
                 ocultación de sus causas reales.
                 La  reacción,  actitud  y  actuación  de  la  Administración  española  ante  el  Síndrome
                 Tóxico de 19.81 es suficientemente elocuente para conocer el alcance del problema y
                 justificar la adopción de urgentísimas medidas para su solución.
                 En breves palabras puede resumirse la intervención oficial del siguiente modo:
                 El 2 de mayo de 1981 el Dr. Muro informó a la Dirección Provincial de la Salud de la
                 existencia de una enfermedad desconocida. El 9 de mayo de 1981 el mismo Dr. Muro
                 comunicó, en atención a la distribución geográfica de los casos que el proceso podía
                 tener  un  origen  digestivo.  El  examen  de  las  placas  de  Peyer,  en  las  autopsias
                 practicadas, solicitado insistentemente por el Dr. Muro confirmó el 11 de mayo las
                 lesiones en el aparato digestivo sospechadas por el Insigne científico.
                 La  comunicación  del  Dr.  Muro  a  los  responsables  de  Sanidad  de  la  relación  de  la
                 enfermedad con los mercados ambulantes y la predicción de los lugares de aparición
                 de nuevos brotes, provocó la suspensión de sus funciones como director del Hospital
                 del Rey.
                 Denunciada  así  por  el  Dr.  Muro  la  evidente  relación  da  la  enfermedad  con  una
                 intoxicación por vía digestiva en centra de la hipótesis oficial de la transmisión aérea
                 (legionella;  micoplasma),  la  Administración  tuvo  que  buscar  el  sustituto  del
                 micoplasma  en  un  agente  indeterminado  transportado  en  el  aceite.  Diversos
                 Intereses (grupo olivarero) y el propio azar (una asociación espuria) han apoyado la
                 hipótesis, pero la razón o causa primera de inculpar a la colza no esta clara, y quizás



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