Page 70 - El judío internacional
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Ilustra claramente este maremagnum el 6º Protocolo, que es un extracto de consideraciones acerca
                  de los planes, según los cuales, el interés natural de los pueblos puede desviar los asuntos políticos
                  hacia los económicos; como la industria puede tornarse insegura e informal en su modo de
                  proceder, mediante la infiltración de negocios especulativos, y como, finalmente, se mantiene a los
                  pueblos perplejos y desamparados. El lujo tiene que ser el arma que se esgrima a tal fin. "Para
                  zapar la vida comercial de los infieles - dice dicho Protocolo - incitaremos, como estimulo a la
                  especulación, un vehemente deseo de lujo". Y se dice en el Protocolo 1º: "No le permitiremos a
                  nuestro pueblo llegar a esto. Los infieles se hallan pervertidos por el alcohol"; siendo extraña
                  coincidencia que también los enormes ingresos por bebidas alcohólicas vayan a parar a los bolsillos
                  hebreos, lo que queda demostrado con la historia del trust del whisky en los Estados Unidos.
                  Contemplado desde el punto de vista histórico, en todo el movimiento prohibicionista se presenta
                  como gigantesca lucha de capital no-judío contra el capital judío, en la que la mayoría no-judía
                  obtuvo la victoria final.

                  Juego, diversiones, bailes, modas baratas, brillantes de imitación, esto y los demás negocios que,
                  merced a cierta presión invisible, ejercida sobre los pueblos, florecieron, lográndose por unas
                  baratijas altos precios que consumieron de inmediato todo aumento de salario, no se desarrollo
                  mas que bajo dirección de judíos.

                  Tal vez no participen a conciencia en esta desmoralización profunda de los pueblos y sea su única
                  preocupación tan solo la de enriquecerse pronto. Acaso se sorprendan a veces, al comparar a los
                  ingenuos infieles con sus sabios prohombres judíos, tan perspicaces en negocios, tan prudentes en
                  asuntos financieros. Mas sea como fuere, el hecho es que tenemos a la vista el esbozo de un plan
                  según el cual los pueblos no-judíos han de hundirse en forma sistemática tanto material como
                  moralmente. Y por otro lado vemos como día a día este mismo plan se va realizando por completo,
                  y en su mayor parte, bajo la inspección de una raza determinada.

                                                            XIII
                          PLAN JUDIO PARA SOCAVAR MEDIANTE "IDEAS" LA SOCIEDAD HUMANA

                  Podría el lector profundizando los anteriores capítulos, haberse formado una idea exacta de los
                  métodos que emplean los protocolos para aniquilar a la sociedad humana. Precisamente dichos
                  métodos deben conocerse con exactitud, si se desea comprender el significado de las corrientes y
                  contra corrientes que enmarañan en forma tan inicua los asuntos contemporáneos. Todos aquellos
                  que se sientan abrumados y atolondrados por estas numerosas razones y teorías contradictorias,
                  hallarán la llave para apreciar aquéllas razones y el verdadero valor de las teorías al comprender
                  que, justamente, el embrollo y el aturdimiento fueron los efectos que se buscaban. La
                  incertidumbre, irresolución, desesperanza y el temor, el ansia con que se acoge toda nueva
                  promesa y toda solución ofrecida: todas estas situaciones de ánimo deben producirse, dicen los
                  protocolos. El estado general del mundo comprueba la eficacia de tan calculado programa.

                  Tal método requiere tiempo, y, efectivamente, los protocolos dicen que para conseguirlo se ha
                  precisado mucho tiempo, siglos. El que llegué a las profundidades del problema descubriría ya en el
                  siglo primero de nuestra era, indicios de este programa de los protocolos judíos pronto 1900 y más
                  años han sido necesarios para conseguir el estado actual de esclavitud de Europa que en ciertos
                  países se presenta en forma suave, en otros violenta y en todos bajo un aspecto económico, en
                  tanto que en Norteamérica, el mismo programa requirió para iguales efectos, sólo 50 años. Mal
                  comprendidas ideas del liberalismo, confusas ideas de tolerancia, salidas todas ellas de fuentes
                  europeas enturbiadas, mediante estos protocolos, se transplantaron a América, y aquí tuvo lugar -
                  bajo el manto de un liberalismo ciego, falsos, inocente, y de una tolerancia igualmente irracional,
                  en unión con los modos lo hicimos medios de una formación ad hoc de la opinión pública - un
                  esclavitud tal de nuestras instituciones todas y de nuestra vida pública, que los observadores
                  europeos están estupefactos. Ciertos investigadores europeos de la cuestión judía, a los que los







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