Page 65 - El judío internacional
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situación internacional, se observa tanto la actualidad particular como la gran línea directiva que
indican dichos Protocolos, no es de extrañar que poco a poco el sentimiento de curiosidad frente a
un raro producto de la literatura contemporánea vaya cediendo a una sensación de supremo
interés, que fácilmente puede trocarse incluso en un sentimiento profundamente sentimental.
Mencionando algunos párrafos demostraremos el actual estado de realización, que las tendencias
de dichos documentos consiguieron. A fin de llamar la atención del lector sobre lo esencial,
subrayaremos las palabras-claves.
En el 9º protocolo se lee lo siguiente: "No existen obstáculos a nuestro frente. Nuestro
súpergobierno posee una tan firme posición supralegal que es posible adjudicársele ya la potente y
fuerte denominación de "dictadura". En toda conciencia puedo decir, que hoy somos nosotros los
legisladores. Nosotros creamos juzgados y jurisdicciones. Nosotros dominamos con voluntad
inquebrantable, porque tenemos en nuestras manos los restos de un partido fuerte otrora, pero
hoy vasallo nuestro".
Dícese en el capitulo 8º: "Colmaremos las filas de nuestro gobierno con numerosos financieros. La
economía nacional es la principal ciencia enseñada por los judíos. Nos rodearemos también de una
brillante corte de banqueros, industriales, capitalistas y especialmente de millonarios, pues en
realidad y en ultimo resorte todo se decide por la fuerza del dinero".
Son estas pretensiones tal vez demasiado elevadas; mas corresponden cabalmente a los hechos
reales. Tal como lo indica el citado párrafo del 8º protocolo, el elemento judío aspira a la
preponderancia en la enseñanza nacional económica política, y en efecto, la realidad nos demuestra
su éxito. Son los principales autores de aquellas seudo-ciencias que inducen a las masas a
perseguir objetivos económicos irrealizables, como son los autores principales de esa literatura
"popular", que mantiene a las diversas clases sociales en la ilusión de que las teorías económicas
son leyes económicas. La idea, la teoría (como medio para la descomposición social), la manejan
tanto los hebreos académicos como los bolcheviques. Cuando llegue a ser esto comprendido en sus
detalles, se modificara, probablemente la pública opinión referente a la importancia de las doctrinas
académicas y radicales.
Tal como se desprende del citado párrafo del 9º protocolo, el poderío mundial hebreo va formando
actualmente una especie de súpergobierno. Consta este mismo concepto en los documentos judíos,
y no existe otro más característico. Ninguna nación puede lograr sus anhelos, pero la hegemonía
mundial judía los alcanza, aunque salten francamente sus pretensiones por encima de la igualdad
de derechos frente a las naciones no-judías. "Nosotros somos los legisladores" dicen los Protocolos,
y, en efecto, las influencias judías participan en mayor grado en las legislaciones nacionales e
internacionales de lo que pueda sospechar la masa de legos. En estos últimos diez años, el
predominio internacional judío, o sea el grupo de judíos internacionales, gobernó al mundo entero.
Y más aun: fueron lo bastante poderosos como para evitar la promulgación de leyes saludables, y
allí donde un proyecto de ley se votara, siendo proclamado ley, se interpreto merced a estas
influencias judías en forma tal, que, en efecto, se torno ineficaz para su objetivo proyectado. Podría
esto comprobarse con infinidad de hechos.
Los métodos con los cuales se consigue todo esto, estaban ya previstos en el programa, pero
esbozado solo en los protocolos. "Nosotros creamos juzgados" dícese allí, en tanto que en otro
lugar se habla de "nuestros jueces". Un juzgado o tribunal puramente judío efectúa semanalmente
sus sesiones en un edificio público de Nueva York, y otros juzgados, en provecho y beneficio de ese
mismo pueblo, cuya existencia niegan sus portavoces, se halla en formación por doquier. En ciertos
Estados europeos ya esta realizando el plan sionista, de acuerdo con el cual los judíos dentro de
aquellos mismos Estados, cuya protección reclaman. Allí donde los judíos pueden actuar
libremente, se obtiene siempre no su "americanización" o "anglificación", ni otra nacionalización
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