Page 60 - El judío internacional
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de las masas es ciega, irracional y perversa, mas siempre dispuesta a escuchar a derechas o a
                  izquierdas... Se nos facilito nuestro triunfo porque en nuestras relaciones con las para nosotros
                  indispensables masas, rozamos siempre las cuerdas mas sensibles del alma humana, es decir,
                  hicimos vibrar el egoísmo, la codicia y las pasiones insaciables siempre de los hombres. Cada una
                  de estas debilidades humanas en si basta para paralizar cualquier móvil de nobleza, y para poner la
                  voluntad del pueblo a la disposición de aquellos que sepan mejor captar sus energías".

                  Se formula en la quinta tesis en la siguiente forma una observación exacta de la naturaleza
                  humana: "En todas las épocas, lo mismo los pueblos que los individuos, tomaron siempre palabras
                  por hechos, sintiéndose satisfechos con lo que se les prometiera sin preocuparse de que
                  ulteriormente las promesas se cumplieran. Por lo tanto, nosotros iremos organizando instituciones
                  ficticias, que evidencien aparatosamente su "amor al progreso". Dícese en la tesis 11: "De nada se
                  ocuparan cuando les prometamos devolverles todas las libertades perdidas, una vez que este
                  derrotados los enemigos de la paz y todos los partidos hayan hecho las paces. ¿Será preciso
                  advertir la eternidad que aguardaran? ¿A que ideamos todo este programa, inculcando sus ideas en
                  los cerebros de los infieles - sin permitirles la posibilidad de observar el reverso, - sino con el objeto
                  de lograr por calculo y azar lo que a nuestra dispersa raza seriale imposible alcanzar en línea
                  recta?".

                  Debe observarse también mas adelante la muy sutil apreciación que se hace de los miembros de
                  las sociedades secretas. Servirá el juicio sobre ellos emitido en los Protocolos para evidenciar lo
                  fácil que es utilizar dichas sociedades secretas para los fines hebreos. "Por lo general son los
                  ambiciosos, los que desean hacer carrera, en una palabra, los seres sin carácter, que ingresan con
                  mayor facilidad en las sociedades secretas, y nos resultara fácil guiar por su conducto el mecanismo
                  de nuestra proyectada maquinaria gubernativa". (Los restantes juicios acerca de este asunto los
                  omitimos, porque se ocupan de una sociedad secreta en extremo importante, cuya enunciación en
                  el presente contexto podría inducir a errores, y que reservamos para su detallada observación en
                  otro capitulo). No obstante, para los miembros de estas sociedades será de especial interés ver
                  como les juzgan los Protocolos judíos, para que puedan confrontar estas afirmaciones con los
                  hechos reales de su vida de afiliados. "Esos infieles (expresan los Protocolos) ingresan en las logias
                  por curiosidad, o con la esperanza de mediar así socialmente... Nosotros les procuraremos ese éxito
                  aprovechando en esa forma su presunción, bajo los efectos de la sugestión, ni con cuanta facilidad
                  se les desanima por la mínima contrariedad, faltando, por ejemplo, el acostumbrado aplauso, ni
                  hasta que extremo de bajeza se degradan para volverlo a obtener. Son tan dados los infieles a
                  sacrificar sus ideales por éxitos exteriores, como lo son nuestros hombres a despreciar tales éxitos,
                  solo al objeto de realizar nuestros planes. Nos facilitan estos conocimientos psicológicos la tarea de
                  dominar a los infieles".

                  Estos son unos pocos párrafos en los que se permite conocer la apreciación del carácter humano o
                  sea del no-judío, mas aunque no se hubiese pronunciado tan directamente, podría fácilmente
                  deducirse de varios ejemplos contenidos en el programa, con cuya ayuda se pretende quebrar la
                  unidad y energía de los no-judíos.

                  Se trata de un procedimiento de descomposición. Divídase a un pueblo en partidos políticos, o
                  confesiones, o sectas religiosas, bajo los más seductores y fantásticos ideales, y se lograran dos
                  objetos. Se encontrara siempre un grupo de personas que acepta una idea lanzada al azar, y los
                  distintos grupos se hostigaran. No una sola, sino muchas ideas son las que es preciso lanzar, entre
                  las que no debe existir punto alguno de concordancia. No consiste el objeto en que concentren los
                  hombres su espíritu sobre una cosa, sino en que se ocupen de los mas variados asuntos, y desde
                  los más diversos puntos de vista, en forma tal que no pueda haber paz ni concordia entre ellos. Es
                  resultado de tal sistema el que se originen una general discordia y agitadas perturbaciones, que,
                  después de todo, es el efecto deseado.








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