Page 8 - La Cocina del Diablo
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Azo, con paso rápido los conducía de sala en sala.
- He aquí el departamento de harinas. ¡Miren esos perros!
El de aquí saldrá adelante; se le alimenta con harina sueca. El otro, allá, es más dudoso, se le da
exclusivamente harina de Dinamarca. Y el tercero … morirá, porque sólo come harinas alemanas.
- ¿Cuál es la diferencia entre esas harinas? preguntó Alfred.
- En Suecia, nuestros adversarios se mueven para hacer prohibir a los poderes públicos el blanqueado
de la harina. En Dinamarca, las autoridades han simplemente rogado a los molineros de abstenerse, pero no
todos obedecen. En Alemania, no existe ninguna prohibición sobre este tópico.
- Se afirma que ese producto tóxico se evapora, una vez que se cocina el pan … remarcó Francoise.
- En parte solamente. Pero la harina, consumida cruda, es un veneno mortal. ¿Un encantador juego de
sociedad, no es cierto? Uds. pueden imaginarse con qué placer diabólico incorporo este tricloruro a uno de
los alimentos más esenciales para el hombre.
Fueron más lejos y encontraron un perro que gritaba en su jaula, preso de un acceso que se asemejaba
a la rabia. Tenía espuma en el hocico.
Al costado un hurón presentaba los mismos síntomas.
- ¡La harina! dijo aún Azo. ¡Miren esos monos! Este de aquí está en estado de demencia, paralizado
paulatinamente. Todo su cuerpo tiembla. Debido a haber comido harina alemana.
“Esas ratas presentan alteración de la hemoglobina de la sangre. Observen ahora ese gato: ya no tiene
control sobre sus músculos. ¡Debido siempre a la harina! Los animales de aquella sala sufren todos de
calambres y problemas nerviosos por la misma razón. Esos ratones están paralizados y moribundos, flacos,
casi enteramente pelados, sus pelos se han caído a causa del tricloruro de nitrógeno que contiene la harina.
Esas ratas tienen abcesos en las orejas”.
- ¿Durante cuánto tiempo han sido alimentados de esta manera?
- de dos a cinco semanas.
Entraron a la habitación siguiente; “Departamento de productos auxiliares de la panadería”, comentó
Azo.
- ¿Qué es aquello? preguntó el técnico.
- Son substancias que se le agregan a la masa, para que levite mejor y para que el pan se conserve
fresco más tiempo.
“Esas ratas han sido alimentadas con uno de esos productos, llamado Sta-Soft. Es un monoestearato
de polioxietileno, que ha producido sangre negra en los excrementos de los animales. El microscopio reveló
alteraciones del estómago, del hígado, de los riñones y de los testículos”.
- ¿Esos resultados son válidos para el hombre? preguntó Sten.
- Sin duda alguna. El hombre es la criatura más sensible. Lo que daña a un ratón, a un hamster, a un
conejo, afecta forzosamente al hombre.
“En los hamsters, estos monoestearatos provocan, en pocas semanas, escoriaciones de la mucosa
intestinal. Los testículos funcionan menos activamente. Las canalículas de los riñones degeneran”.
“Son también nocivos el persulfato y el perborato de sodio, que se mezcla también a la harina. En las
ratas, ratones y perros producen una detención en el crecimiento, tumores epidérmicos, edemas mortales”.
Con una sonrisa plena de cortesía, el demonio de los envenenadores se dirigió a la joven doctora:
- ¿Tiene Ud. aún ganas de rogar por su pan cotidiano?
- Todos los panes no son adulterados en esta forma, replicó Francoise. Azo se calló y los condujo a una
nueva sala.
- Aquí, comenzó él, hacemos pruebas sobre las reacciones de conjunto. Es decir, estudiamos de qué
manera ciertas sustancias inofensivas asociadas a otras sustancias inofensivas, producen un combinado
tóxico. ¿Conocen Uds. el “Tween 60”? Es un conservante que se utiliza en los Estados Unidos, el cual es
considerado como no cancerígeno, pero cuando se le asocia, aún en pequeñas cantidades a otros productos
químicos, se convierte en cancerígeno.
“Si Uds. se imaginan la ola de productos químicos que sumerge a la alimentación, este hecho bien
establecido toma una importancia considerable. ¡Vayamos a visitar ahora la sección de alquitrán!”.
La Cocina del Diablo – Gunther Schwab 7