Page 12 - La Cocina del Diablo
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“Y Uds. pueden creerme, mis colegas del departamento de violencia me están muy agradecidos. Yo
         contribuyo, por mi parte, a hacer posible las revoluciones y las guerras, porque una alimentación malsana
         engendra el descontento, la cólera, y crea un clima psicológico peligroso”.
                “Mis armas más preciosas para arruinar la salud de la humanidad son el azúcar blanco y la harina
         blanca”.
         -      ¿Qué tiene que reprochar al azúcar? preguntó Francoise.
         -      Por lo que yo sepa es un alimento de primera necesidad.
         -      Ud. tiene razón. El azúcar que las plantas fabrican para edificar sus propios tejidos es un elemento
         fundamental de la vida. Este azúcar vegetal es un excelente alimento. Hay una proporción de 14% en la caña
         de azúcar y de 17% a 20% en la remolacha azucarera. El azúcar vegetal está asociado a la clorofila, y a los
         oligo elementos y a sales minerales. En ese conjunto y en esas proporciones es un producto natural vivo de
         gran valor. Encierra, bajo una forma biológica todos los minerales indispensables para la vida. Pero en la
         industria azucarera se le hace sufrir manipulaciones largas y complicadas.
                “Se  calienta  el  azúcar  en  presencia  de  la  leche  de  cal,  lo  que  elimina  las  sales  cálcicas  y  los
         albuminoides. La reacción alcalina destruye casi todas las vitaminas”.
                “En seguida, el azúcar se pone en contacto con la cal viva, el ácido carbónico, el anhídrido sulfuroso,
         el carbonato de soda. Se hace cocer esta materia repetidas veces, se le enfría, se le cristaliza, se le pasa por la
         centrifugadora”.
                “Se trata a la melaza con hidróxido de estroncio para extraer el resto del azúcar. En la refinería, se
         purifica el azúcar con ayuda del carbonato ácido de calcio, se lo blanquea con el anhídrido sulfuroso, se le
         filtra a través de negro animal, se lo tiñe con azul de indrantén (un color derivado de la hulla) o con ultramar,
         igualmente tóxico”.
                “El azúcar así fabricado no es más que un producto químico, la sacarosa, de fórmula C 12 H 22 O 11, que
         se vende por todos lados bajo el nombre de azúcar cristalizado, azúcar en polvo, azúcar en cubitos, azúcar
         confitada, etc. De una substancia viviente se hace un cuerpo muerto”.
                “Es un elemento artificial, totalmente muerto, que no encierra ninguna vitamina, ninguna enzima, y
         que  el  organismo  no  puede  asimilar;  todos  los  principios  vitales  y  de  protección  han  sido  excluidos.  Las
         preciosas proteínas han  sido arrebatadas de la  melaza, así como la pectina  y las vitaminas restantes. Esta
         melaza, Uds. la hacen comer al ganado … Además, el azúcar de la industria posee una concentración de
         98,4% a 95,5%, lo que lo hace un gran veneno.
         -      He aquí unas grandes palabras. Habría que probarlo.
         -      Pregúntele  a  un  cultivador  lo  que  pasaría  si  fumigara  sus  campos  con  un  líquido  en  el  cual  su
         concentración  es  7  veces  más  fuerte  de  lo  que  se  pueda  soportar.  ¡Todas  las  plantas  morirían:  El  azúcar
         industrial  irrita  las  mucosas,  los  tejidos,  las  glándulas,  los  vasos  sanguíneos  y  los  órganos  digestivos  del
         hombre, porque es el único alimento que contiene agua. Es el alimento deficiente N° 1. Entra por efracción
         (quebrantamiento) en el organismo, atrae brutalmente así los oligo elementos, los minerales, las substancias
         vitales de las que carece y de las que necesita para su eliminación.
                “Mil partes del agua no pueden absorber más que una parte de calcio. De esta manera, - exactamente
         como la harina blanca -, degrada en lo interno, los huesos y los dientes”.
                “Además, modifica la composición de la saliva, que ataca los dientes del exterior y que los baña con
         ácidos agresivos”.
                “Los líquidos del tejido dentral viven a una presión de alrededor 7 atmósferas. El azúcar industrial
         eleva  la  presión  osmótica  de  la  saliva  a  33,8  atmósferas.  Esta  sobre  presión,  le  permite  penetrar  en  los
         dientes, como en una esquina, por sus fisuras y sus cavidades”.
                “Por  otro  lado,  las  materias  celulósicas  muy  mineralizadas  que  encierra  la  alimentación  vegetal
         estimula normalmente los movimientos peristálticos del intestino, pero  como  ellas faltan totalmente en  el
         azúcar refinada, tiende a paralizar los movimientos. Más se come azúcar, más el intestino se vuelve perezoso,
         y la pereza intestinal es el origen de muchas enfermedades”.
                El agente del diablo dio explicaciones.



         La Cocina del Diablo – Gunther Schwab                                                                11
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