Page 17 - La Cocina del Diablo
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Karine se puso entonces a hablar de los éxitos que ella consiguió en los países civilizados. Ella afirma
         que en esos países, ya no existe un solo individuo que tenga los dientes sanos.
                Murduscatu la interrumpió:
         -      ¡Ud. se equivoca! ¡Hay en Europa unas comarcas consideradas como atrasadas donde mucha gente
         tiene los dientes impecables!
                “Tome por ejemplo las islas Hebrida, cerca de la costa noroeste da Escocia. En la isla Lewis, que es
         parte de este archipiélago, los habitantes están en excelentes condiciones de salud  y no conocen la caries
         dental. Además son gente amable, hospitalaria, servicial. La lealtad es el trato fundamental de su carácter.
         ¿Por  qué  Karine  no  los  ha  privado  de  su  alimentación  natural?  Ello  hubiera  modificado  estas  felices
         disposiciones que nosotros detestamos.
                Karine explicó:
         -      Estos hombres son frugales y resistentes. Es difícil descarriarlos. En este archipiélago la naturaleza es
         avara con sus dones. Sólo se puede sobrevivir al precio de una lucha perpetua contra los elementos.
                “Este combate ha forjado una raza de una constitución admirable, y el tipo étnico se ha conservado a
         través de milenios sin degeneraciones. Esos hombres viven sin enfermedades hasta una edad avanzada. Son
         poco accesibles a las infecciones”.
                "Lo esencial de su alimentación proviene del mar. El único cereal que crece en esas latitudes es la
         avena. Lewis cuenta con 20,000 isleños. En verano el vapor llega, todas las semanas del puerto escocés de
         Mallaig; en invierno sólo viene de tiempo en tiempo, cuando el clima está bueno”.
                “Lewis posee sólo un puerto: Stornoway. ¡Allá los comerciantes proponen artículos de producción
         inglesa lo que también es una cuestión de clima!”.
                “Los alimentos dañinos rechazarán muy pronto a los otros".
         -      ¡Así lo espero, por propio interés! dijo el Aterrador.
         -      El progreso ya se manifiesta, continuó Karine: en Stornoway, la caries dental está generalizada; 25%
         de personas entre 20 y 40 años, llevan prótesis, y las otras las necesitarían con urgencia. Los dientes de los
         escolares -en la medida que ellos son alimentados con productos importados-  están ya atacados.
         -      ¡Perfecto! se alegró el Diablo.
         -      En las pequeñas aldeas, es suficiente que un panadero se instale y fabrique el pan blanco común, es
         suficiente  que  se  abra  una  pequeña  tienda  de  especies  para  que  la  inmunidad  dental  desaparezca
         inmediatamente.
                La diabla había terminado su informe.
         -      ¡Esta bien Karine! dijo el Patrón dirigiéndole una pequeña seña de amistad. ¡Estoy contento!
         -      ¡Yo no! rugió el Aterrador.
                Este se volvió, camino hacia la pantalla y se desmayó.
                Hubo un silencio. Un sirviente sirvió pequeños sandwiches y bebidas.
         -      ¡A su salud! dijo el Patrón riendo, y levantó su vaso.
                Entonces Morf el demonio de la buena mesa retomó la palabra.
         -      He aquí lo que yo todavía tengo que decir para completar el informe de mi colaboradora. El jugo de
         fruta industrial ataca el esmalte y el marfil de los dientes. Se ha probado experimentalmente en ratas. Además
         de tres humanos que entraron en contacto con estos jugos industriales, sus dientes se alteraron rápidamente.
                La doctora meneó la cabeza:
         -      Esas condiciones no son jamás realizadas en la boca. La ciencia ... El Patrón le cortó la palabra.
         -      ¡Oh! gimió, ¡termine por favor de recurrir sin cesar a la Ciencia!...
         -      ¿Por qué eso Patrón? preguntó Morf. Ella es nuestra aliada.
                Francoise, la doctora, se puso a considerar un cambio de líquidos entre los dientes y el medio que los
         rodea. Ella no podía creer en la influencia de la alimentación sobre la degeneración de la dentadura.
                Pero Morf la contradijo y relató otra vez las experiencias del dentista americano Price, quien detuvo la
         evolución rápida de las caries, simplemente cambiando el régimen de sus pacientes. Se puso a cuestionar la
         posibilidad de un cambio.



         La Cocina del Diablo – Gunther Schwab                                                                16
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