Page 20 - La Cocina del Diablo
P. 20

-      Son  a  veces,  las  dosis  más  pequeñas  las  que  tienen    los  más  grandes  efectos.  Las  funciones  del
         organismo dependen bastante menos de las cantidades que de las cualidades, las dosis infinitesimales de una
         substancia pueden ejercer la influencia más profunda, tanto para bien como para mal:
                "Se  ha  probado  experimentalmente  que  los  gametos  masculinos  de  un  helecho  reaccionan  ante  el
         ácido málico diluido al 0.001%. En otro caso, una reacción de quimiotactismo ha sido desencadenada por una
         dosis  de  0,000,00028  miligramos,  es  decir  28  billonésimas  de  gramos.  Un  diez  mil  millonésimo  de  la
         concentración usual de una solución de molibdeno es suficiente, a título de oligo-elemento, para mantener
         con vida una planta de tomate".
                "La  ingestión  cotidiana  de  1/10  millonésima  de  gramo  de  vitamina  D  cubre  las  necesidades  del
         hombre. También necesita alguna 10 millonésima de gramos de cobalto por día, y tal vez la misma cantidad
         de Fluor, y la décima parte de esa cantidad en cuanto al boro y al titanio”.
                “Sin embargo, en mi laboratorio, no nos contentamos de dosis tan mínima, son 2,6 gr. de productos
         químicos los que yo hago ingerir, cada día, a todo ser humano en un país civilizado. Entre estos productos
         figuran en lugar importante: el ácido cianhídrico, el arsénico, el plomo, el cobre, el ácido bórico, la parafina,
         nitrato da potasio, salitre y colorantes a base de alquitrán; si la dosis anual fuese absorbida en una sola vez, la
         humanidad sería bruscamente reducida a la mitad".
                'La cantidad de venenos que un ser humano ingiere en el transcurso de su vida representa alrededor de
         un costal de quintal. Algunos de mis ‘elixires de la vida’ son tan violentos como la estricnina o la morfina”.
                "Solamente, los ingredientes que se mezclan en el pan, en un año, para Europa, llevarían un tren de
         mercaderías de 20,000 vagones. Aquello que Morf, por su entusiasmo, puede dejar vivo en la alimentación,
         yo lo reduzco a la nada con mis pequeños tóxicos”.
                "De  todas  las  criaturas  terrestres,  el  hombre  es  el  único  que  deteriora  su  alimentación  antes  de
         comerla. En Estocolmo, en un Snack bar de lujo, utilizando los servicios de 18 empleados, hemos examinado
         todas las mercaderías. Sobre 628 alimentos diversos, a satisfacción nuestra, no hemos encontrado ni uno solo
         que  no  hubiese  sido  químicamente  conservado,  embellecido,  blanqueado,  coloreado,  azucarado,  salado  o
         condimentado, y además sobrecalentado: en una palabra desvitalizado”.
                “Ya no existe un químico, que esté en condiciones de decir, en la actualidad, el nombre, aún menos la
         composición de innumerables ‘conservantes’ puestos en circulación. Sin lugar a dudas, el consumidor sirve
         de  conejillo  de  Indias.  Si  se  enferma  para  que  los  fabricantes  y  los  publicistas  puedan  afirmar  en  toda
         conciencia ‘Nadie ha muerto por haber comido aquello’”.
         -      Yo escucho siempre repetir que se emplean únicamente substancias inofensivas, dijo inocentemente
         Francoise.
                Los Diablos soltaron la carcajada sin temor. El Patrón fue el primero en recomponerse:
         -      Seguro,  nuestros  agentes  proclaman  sin  cesar  y  al  gran  sonido  de  trompetas!  Los  venenos  son
         inofensivos, los venenos no son venenos. Los venenos son saludables. La mentira es la verdad. La muerte es
         la vida.
         -      No existen “conservantes “ que sean inofensivos, dijo Azo. La tarea que les incumbe es de matar a las
         bacterias  –causas  de  descomposición-  así  como  los  hongos,  y  todos  los  otros  microorganismos.  Los
         productos que se emplean, siendo solubles en las grasas, pueden atravesar las membranas de estos pequeños
         seres y alterar su protoplasma.
         -      ¿Y se le puede objetar a ello?
         -      Que  el  organismo  humano  también  está  compuesto  de  células,  de  membranas    celulares  y  de
         protoplasma,  si  puedo  atreverme  recordarle  a  la  Srta.  Doctora  …  La  vida  es  un  todo  indivisible.  Una
         sustancia  hostil  a  la  vida  la  perjudica  siempre  en  todas  partes,  bajo  cualquier  forma  en  que  esta  vida  se
         presente.
                “Nosotros  utilizamos  también  ácidos  y  bases  inorgánicos,  no  solubles  en  las  grasas,  que  accionan
         coagulando la albúmina, son igualmente venenos del protoplasma. Además: para conservar, hay que matar”.
                “Estos  ácidos  y  bases  inorgánicos  matan,  paralizando  en  los  microorganismos  el  sistema  de
         fermentos, es decir las enzimas que retienen la vida. Pero estas enzimas existen también con el hombre. Los
         ‘conservantes’ entran en reacción con los fermentos orgánicos, los descomponen, por vías aún desconocidas

         La Cocina del Diablo – Gunther Schwab                                                                19
   15   16   17   18   19   20   21   22   23   24   25