Page 24 - La Cocina del Diablo
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-      Los  expertos  que  están  ha  nuestro  servicio  han  declarado  a  1a  thiocarbamida  como  inofensiva.
         Nuestros adversarios no han podido hacer escuchar sus voces.
                “¡Otro ejemplo: e1 ácido salicílico, un gentil pequeño veneno para los riñones! Ningún otro producto
         tiene afectos secundarios tan diversos”.
                La doctora intervino:
         -      ¡Este ácido entra en el grupo de medicamento» bien experimentados! Sería inimaginable excluirlo de
         la farmacopea!
         -      ¡Lo se muy bien! De todas formas, se opone a la eliminación de fermentos digestivos, destruye la
         vitamina  C  en  el  cuerpo,  causa  inflamaciones  en  la  piel  y  las  mucosas,  ablanda  el  marfil  de  los  dientes,
         provoca úlceras de la mucosa estomacal, produce incontinencia de orina, sangrado de los riñones y de los
         órganos genitales femeninos, irregularidades cardíacas, problemas nerviosos, llegando hasta la locura furiosa
         y el debilitamiento de las facultades sensoriales. Agrava, además, todas las enfermedades pulmonares.
                “Aquello no ha impedido que uno de mis buenos servidores escribiera: En lo que concierne el ácido
         salicílico,  numerosos  experimentos  permiten  concluir  que  este  se  comporta  de  una  forma  indiferente  con
         respecto al organismo humano. Desde su descubrimiento, se le consume anualmente por muchos miles de
         kilos en conservas de toda clase. No se conoce un solo caso en el que la ingestión de estas conservas haya
         afectado a la salud. Un gran número de médicos franceses de renombre han incentivado la generalización de
         su uso, y entre ellos. . ¡PASTEUR!".
                El Diablo rió con sorna.
         -      ¡Bien, Azo!
         -      ¿Qué me contestaría Ud. si le dijera que el ácido en cuestión existe, al estado natural, en las cerezas,
         grosellas, guindones, uvas, etc.? preguntó Francoise.
         -      ¡Le contestaría que Ud. debiera al fin aprender a distinguir la vida de la muerte! ¡Una sustancia que se
         forma  orgánicamente,  de  una  forma  natural,  en  un  fruto  ..  no  es  fundamentalmente  la  misma  que  una
         sustancia formada a partir de elementos inanimados en un laboratorio, aún cuando estos dos productos lleven
         el mismo nombre y la misma fórmula!
                "Consideremos  el ácido  benzoico. Es un derivado del benzol, un veneno violento. Sus sales  y sus
         ésteres provocan irritaciones celulares locales, y a una dosis más fuerte, tienen un efecto excitante primero, y
         paralizante  después.  Exactamente  como  el  ácido  sulfúrico  y  el  hexametileno  tetramino,  que  inhiben  la
         actividad  de  las  bacterias  intestinales,  ellos  hacen  entonces  degenerar  la  flora  intestinal  y  destruyen  los
         vitaminas en el tubo digestivo, donde provocan la enteritis”.
                “Estos  venenos  son  tolerados  en  casi  todos  los  países  civilizados,  se  encuentran  en  una  inmensa
         cantidad de alimentos, de tal suerte que aún si cada dosis es mínima los efectos adicionados son enormes.
         Solamente en la margarina, se consume, en Alemania del Oeste (Federal), 75,000 Kg. de ácido benzoico por
         año".
         -      ¡Numerosos  comunicados,  emanados  de  sabios  con  reputación,  prueban  que  el  ácido  benzoico  es
         inofensivo! porfía Francoise.
         -      Sí,  nuestros  auxiliares  declaran  que  aún  es  bueno  para  la  salud,  y  lo  demuestran  con  hábiles
         argumentos.
         -      Este ácido, también existe naturalmente en las frutas, dijo Francoise, por ejemplo, en el "myrtille" y el
         "airelle rojo".
                Azo no se impacientó.
         -      En esos frutos, este ácido es un producto de la vida, sirve por consiguiente a la vida, colaborando con
         las enzimas y las vitaminas.
         -      ¿A qué alimentos se le agrega? preguntó Sten.
         -      A  la  sidra  dulce,  para  evitar  que  fermente.  Se  le  conoce  con  salchichas,  carne  picada,  mayonesa,
         salsas  a  base  de  aceite,  conservas  líquidas  de  huevos,  vinagre,  frutas  y  conservas  de  frutas,  compotas,
         mermeladas, jugos de frutas, limonadas, aromas, caviar, cremas de pescado, carne a la vinagreta, margarina,
         cremas  de  pastelería,  helados,  macarrones,  mostazas,  salsas  con  especias,  fondue  marinadas  de  todo  tipo,
         jaleas, el salmón y sus sustitutos, espumas de frutas, extractos de café y malta; en una palabra, con casi todo.

         La Cocina del Diablo – Gunther Schwab                                                                23
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