Page 13 - La Cocina del Diablo
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-      En  Inglaterra,  por  ejemplo,  en  un  internado  de  jovencitas,  contando  350  alumnas,  se  crearon
         diferentes  secciones  que  se  diferenciaban  por  su  menú  cotidiano.  El  grupo que  consumía  más  azúcar  fue
         atacado de enfermedades por enfriamiento, en una proporción de 24,6%. Aquel que consumía menos, en una
         proporción de 5,5%. Se puede deducir que el azúcar disminuye la resistencia a las agresiones. Un organismo
         que carece de sustancias vitales, se debilita y se desorganiza.
                El patrón, que en ese momento preciso entra, se introduce en la conversación:
         -      Bien entendido, hay gente que quiere enredar el asunto y ponernos palos entre las ruedas. Continúe
         haciendo su reportaje, Morf. No se interrumpa. ¿Digamos lo que hacen los enemigos del Progreso?
         -      Ellos son impotentes, ¡Patrón! Desde 1901, el profesor Bunge, fisiologista alemán declaró: “gracias al
         desarrollo de la industria azucarera, este producto, que antes era escaso, está al alcance de todos los bolsillos.
         Entonces se consume en grandes cantidades, una substancia artificial aislada de su complejo natural. Es un
         verdadero peligro para la salud pública. Comer azúcar es particularmente contraindicado para los niños. El
         azúcar los vuelve anémicos y les produce caries dentales”.
         -      Este profesor había entonces visto el riesgo …, dijo Sten.
         -      ¡Sí, pero nadie quiso escucharlo!
                Belcebú agregó.
         -      Ya  se  lo  he  dicho:  todos  los  conocimientos  que  podrían  salvar  la  vida  de  la  humanidad  están  en
         posesión  suya.  Los  remedios  están  allí,  ¡al  alcance  de  su  mano!.  Tendría  solamente  que  utilizarlos.  Pero
         nosotros hemos quitado a los hombres las ganas y la capacidad de servirse de modos naturales.
                Aparecido súbitamente a través de la transparencia del ecran, el aterrador Murduscatu declaró a su
         alrededor:
         -      Si, pero existen todo tipo de uniones, sociedades, de liga, que creen tener la misión de salvar a la
         humanidad. Ellas han lanzado una ofensiva contra el azúcar blanco y contra las confiterías.
         -      ¿Cuál fue la respuesta de nuestro agente?
         -      Esta  declaración  de  guerra  es  demasiado  insignificante  y  demasiado  ridícula  como  para  que  tenga
         necesidad de respuesta, replicó Morf. El gran público se burla de los apóstoles de la salud. Nadie los escucha.
         Sus publicaciones sólo tienen tirajes minúsculos ..
                Murduscatu replicó con voz agria.
         -      Se me ha hablado de un neurólogo americano, Alfred McCann, que es considerado un químico de
         gran espíritu, consciente de sus responsabilidades. Morf le ha dejado actuar. Este médico ha conducido una
         lucha de muchos años contra el azúcar blanco. Ha atacado el trust azucarero de Estados Unidos. ¿Puede Morf
         justificarse ante esto?
                Con un aire de desesperación cómico, el demonio de la buena mesa miraba a su patrón. El sabía que
         este último no apoyaba siempre el celo intransigente de Murduscatu. Pero Belcebú, acomodado en su gran
         sillón, mantenía los ojos cerrados.
         -      ¿Quiere  algo  más?  dijo  Morf.  Ya  he  desencadenado  contra  McCann  los  rayos  de  todos  los  trusts
         azucareros. Se le ha perseguido, cazado sucesivamente de todos sus lugares. Pobre y amargado, terminó su
         vida en un agujero obscuro … Nadie escuchó su llamado. Tomen nota de eso señorita y señores.
                “He ahí lo que sucede a aquellos que osan levantar la mano contra mi, señoras y señores”, dijo el
         patrón, riéndose.
         -      Además, no olviden que la Técnica se lleva sus triunfos, aún en los medios familiares. Ella es la reina
         en la cocina, contra ataca Morf.
         -      Después  de  algunos  años,  he hecho  adoptar  en las  cocinas  todo  un  arsenal  de  pequeñas  máquinas
         brillantes. No se puede imaginar un interior moderno sin “Mixer”, sin centrifugadoras, sin molinos ni prensas
         automáticas.  Gracias  a  estos  mecanismos,  yo  rompo  una  vez  más,  la  unión  natural  que  anuda  o  une  las
         substancias  entre  ellas,  yo  hago  pasar  en  las  comidas  partículas  metálicas.  Sobre  todo,  y  allí  lo  más
         importante, yo ahorro un trabajo saludable a los dientes y a los órganos digestivos. Cuando un órgano no
         trabaja más, degenera. Allí avanzamos a pasos de gigantes.
         -      ¿Recuerdan Uds. a mi colaboradora, diabla Karine? preguntó Morf. Ella les ha relatado el éxito que
         ella ha tenido en los últimos 250 años. Ella les explicó que la alimentación industrial moderna no sólo ha

         La Cocina del Diablo – Gunther Schwab                                                                12
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