Page 24 - Necronomicon
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contemplarse como un intento de evolución personal. Como todos los hombres de genio,
porque creo que sin duda poseía un cierto grado de genio, buscaba instintivamente lo que
necesitaba. Desdichado y desplazado en el mundo real, llevó a cabo intentos para provocar
estados de visión interior tal como hizo Machen aquella tarde en Gray's Inn. Hemos visto
que las fuerzas internas de Manchen respondieron a la llamada y manifestaron su
existencia. La evidencia de los cuentos Cthulhu indica que a Lovecraft le sucedió algo
igual. ¿Por qué será que el mito tiene un atractivo tan poderoso y, en cambio, el Pegana de
Dunsany y el Poictesme de Cabell han sido más o menos olvidados? Es porque el Cthulhu y
los Grandes Antiguos pulsaron de algún modo una cuerda más profunda. Parecen surgir de
"aquel yo con memoria secular" con el que Yeats parecía haber estado en contacto a través
de los símbolos.
Ahora bien, si Lovecraft hubiese sido un estudiante de Gnosticismo o Cabalismo, todo esto
no sería demasiado sorprendente. Los gnósticos creían que el mundo fue creado por una
especie de demonio, y que el universo es una gigantesca prisión. El problema del hombre
consiste en rechazar este universo material y volver trabajosamente hacia Dios. La tradición
gnóstica está estrechamente relacionada con el misticismo judío Merkabah (o trono), en el
que el místico se esfuerza en alcanzar el trono-carro de Dios pasando a través de una serie
de antesalas celestes. Cada una de éstas tiene un "guardián del umbral", y el místico tiene
que combatir estos demonios con varios sellos y nombres sagrados. La tradición de la
Cábala se deriva tanto del gnosticismo como del misticismo Merkabah. Su base es la
creencia de que, tras su pecado, Adán dejó de estar en unión con Dios bajando a través de
diez planos inferiores de consciencia a un estado de amnesia total. Su problema consiste en
volver a subir a través de los nueve reinos que hay por encima de él, como el protagonista
del cuento que debía escalar el cielo subiendo por la judía. Pero el Cabalismo es algo más
que una forma peculiar de misticismo judío. Podría contemplarse como la base de toda la
magia occidental. Estos "otros planos" de la existencia son, por ejemplo, los reinos que los
adeptos al Amanecer Dorado trataron de explorar mediante el símbolo y el ritual. Son los
planos de nuestro ser interior, y en Mysteries he indicado tanto su estrecha correspondencia
con la noción de una "escalera de yos" como con el reconocimiento de Jung de los diversos
niveles del inconsciente.
El punto que Kenneth Grant continúa tratando a través de los libros de su notable Trilogía
Trifoniana (The Magical Revival, Aleister Crowley and the Hidden God y Cults of the
Shadow), es el de que Lovecraft sólo puede ser comprendido correctamente dentro del
contexto de toda la Tradición del Misterio. En su libro sobre Crowley, Grant habla de las
"experiencias ocultas disfrazadas de ficción" de Lovecraft y dice que su poesía revela "la
fuente de sus visiones... la intrusión de fuerzas que están completamente de acuerdo con los
arquetipos, símbolos... que Crowley mantuvo vivos al estar en contacto con una entidad
transmundana". Está particularmente fascinado por el concepto de Lovecraft de otras
dimensiones más allá de nuestro espacio-tiempo y los poderosos seres que son los
guardianes del umbral que hay en nuestro mundo y esos otros planos. Finalmente, en su
estudio más amplio de la "Tradición del Misterio Oscuro", Nightside of Eden, Grant hace
referencia una y otra vez a Lovecraft, señalando las similitudes entre los mitos de Lovecraft
y las tradiciones mágicas orientales y occidentales.
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