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como indica el versículo: “Y contarán para ustedes”.
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136| En el Jardín de la Sabiduría Capítulo Cuatro: El regalo de la vida
cada mañana; infinita es Tu emuná”. Tenemos que
ser conscientes de la verdad: ¡no sabemos nada! No
nos queda otra alternativa más que fortalecer nuestra
emuná que hemos recibido de nuestros santos
antepasados y no debemos preocuparnos por nada.
Porque de hecho no sabemos nada, excepto aquello
que hemos aprendido de nuestros Sabios de bendita
memoria:
Ellos afirmaron que debemos quebrantar todas las
pasiones físicas que existen en el mundo, no solamente
de una falta determinada, de la cual debemos huir
como de un fuego, sino que también debemos huir
hasta de la menor acción que va en contra de la
voluntad del Creador, porque es muy nociva para el
alma.
También afirmaron que incluso cuando uno cometió
una transgresión, e incluso si transgredió toda la Torá
miles de veces, Dios no lo permita, a pesar de todo
no debe desesperarse y siempre hay que empezar de
nuevo, porque Hashem se deleita hasta en la persona
más vil. Y la más grande honra para Hashem es
cuando se acercan a Él los que están más lejos.
La renovación
De hecho, una de las características más sobresalientes del
Simple es que sabía renovarse y siempre estaba alegre, como
si en ese mismo momento acabara de nacer. En efecto, la
capacidad de renovarse es uno de los consejos más poderosos
para que podamos pasar con éxito por este mundo. No hay
nada en todo el mundo que pueda derribar a aquel que conoce
el secreto de la renovación, tal como dice en Likutey Moharán
(lección 261):
Cuando la persona cae, tiene que saber que eso
proviene de Hashem, ya que el alejamiento es el
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Capítulo Cuatro: El regalo de la vida
y pensar que de hecho uno está solo en el mundo, tal
posición que hemos mencionado: “Abraham era uno”,
obstáculos, uno siempre tiene que aferrarse a esta
Cada uno puede comprender esto. Frente a estos
y amigos. Esto es imposible de describir por escrito.
obstáculos que le presentan sus propios familiares
de la misma manera uno también debe superar los
tratan de alejar a la persona del camino de la verdad,
obstáculos que le presentan sus adversarios, que
En efecto, así como uno debe enfrentarse a los
ningún obstáculo.
estaba solo en el mundo y no se dejó vencer por
se debió principalmente a que él siempre pensó que
el conocimiento de Hashem por parte de Abraham
acerca del versículo “Abraham era uno”, o sea, que
ustedes mismos. Eso es lo que escribe Rabí Najman
es el concepto de “Y contarán para ustedes” – para
Cuenta del Omer, debe contar él mismo los días. Ese
| 137 tratándose de alguien que peca continuamente. No más cae en los malos rasgos de carácter, y en especial o en la lujuria. Al contrario: cuanto más necio es uno, manera, no hace falta ser profesor para caer
compran la ropa más fina y viven en un departamento mucho
más lindo que el nuestro, y conducen un automóvil último
modelo, pero no olvidemos que ellos viven preocupados y no
pueden dormir de noche; siempre sienten que les falta algo y
nunca están satisfechos con nada. 5
Después de contar esta historia, el mismo Rabí Najman dio a
entender que se refería al ámbito espiritual, o sea, a la plegaria
y el servicio Divino, tal como se expresa: “Y si la plegaria no
es como debería, es como un zapato de tres puntas”. O sea
que tenemos que actuar con simpleza, igual que el Simple, y
de cada cosa que él hace tenemos que aprender una lección
de simpleza para la vida y seguir sus pasos y estar siempre
alegres, sin dejar que el mundo material nos confunda. Incluso
si vemos que nuestros compañeros rezan mejor que nosotros,
de ninguna manera debemos debilitarnos por eso, sino que
debemos estar siempre alegres con cada cosa que hacemos,
por mínima que sea.
Tu propia melodía
Cada persona debe descubrir su propia melodía, o sea, sus
propios talentos, sus propias capacidades, y sus propios
rasgos de carácter, que le permitirán llevar a cabo su propia y
única misión en la vida. De hecho, tres veces al día iniciamos
nuestros rezos apelando al “Dios de Abraham, Dios de Isaac
y Dios de Jacob”. ¿Por qué no decimos simplemente “Dios de
Abraham, Isaac y Jacob”? La respuesta es que cada uno de
nuestros antepasados sirvió a Hashem a su propia manera, sin
compararse a sí mismo a nadie más. Cada uno tenía su propia
y especial tarea que cumplir en este mundo. Sin embargo,
cada uno fue un tremendo tzadik por derecho propio.
Abraham sirvió a Hashem a través del atributo del amor. Él
fue el primer creyente y el padre del monoteísmo. Su hijo
Isaac, por ejemplo, sirvió a Hashem a través del atributo
del temor reverencial. Podemos preguntar: ¿Por qué no fue
por el camino de su padre, siendo que su padre había sido
mundo”. de la Torá y no se preocuparía por la situación del obtendría nada. Y de esa forma uno aceptaría el yugo que de no ser por la voluntad de Hashem, uno no ya que “el que mira con buen ojo será bendito”, ya
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