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con alegría (Deuteronomio 20:8)
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164| En el Jardín de la Sabiduría Capítulo Cinco: ¡Sin burlas!
inquietarse. Pero si no hubiera tenido esa claridad mental,
entonces seguramente habría recurrido a todo tipo de
simulaciones y habría entrado en rivalidad con las demás
personas. Lamentablemente esto es algo que vemos a diario,
cuando las personas no saben vivir su propia vida según su
propio nivel, y todo su servicio Divino se basa solamente
en las comparaciones con los demás y en la impresión que
quieren causarles a los demás.
La curación del alma
Ahora podemos entender por qué la emuná y el alma son
en realidad una misma cosa, tal como se explica en Likutey
Moharán 173. La gran mayoría de las enfermedades mentales
y todo el sufrimiento que ocasionan son producto de las
comparaciones que hace la persona con los demás, que hacen
que uno sienta orgullo y arrogancia o, por el contrario, odio
y depresión, o como cuando uno está seguro de que el otro lo
odia y le desea lo peor, etc. Todos los problemas mentales, sin
excepción, surgen cuando la persona establece una relación
entre su propia vida y las vidas de los demás, como por
ejemplo, cuando se sufre de paranoia, etc.
Esto es lo que ocurre en especial cuando la persona entra en
un estado de desesperación, por el hecho de compararse a
los demás, porque entonces el Instinto del Mal se apodera de
ella. La mujer del Simple no argumentaba por qué su marido
era alegre a pesar de haber hecho un zapato triangular.
Ella ni siquiera mencionó el defecto del zapato. Lo que
ella argumentaba era por qué cobraba tan poco dinero, en
comparación con los otros zapateros. Sin embargo, el Simple
sabía que en realidad ese era el zapato que Hashem le había
permitido hacer y por eso estaba feliz con la obra de sus
manos.
Para concluir, recordemos la lección que aprendemos del
Simple. Rabí Najman enfatiza al comienzo de la historia que
si bien el Simple tenía una mente sencilla y de bajo nivel, buenos y todas las veces que tuvo éxito en lo que hizo. De esa
Capítulo Cuatro: El regalo de la vida
alegría, pues la Torá nos exige que sirvamos a Hashem
hay que apartarse de todo aquel que desalienta dicha
de un precepto es sumamente exaltada, y por lo tanto
La alegría que siente la persona por el cumplimiento
| 173 superior a ellos y dentro de sí mismo se ríe de la propias faltas y ciertamente no se burla de los demás. que la persona humilde y sumisa es consciente de sus chismes y calumnias de ellos es una persona altiva, ya
Tal como vemos a lo largo de la historia, el Sabiondo nunca
estaba satisfecho con nada, debido a que toda su vitalidad
surge de su propia ilusión de que él era mejor que todos los
demás. Y por eso a todo le encontraba algún defecto, incluso
a las cosas que parecían ser perfectas. ¿Y por qué? Porque si
algo era perfecto, como por ejemplo, su lugar de alojamiento,
eso implicaba que él admitía que el posadero había hecho un
trabajo impecable; pero él no podía afirmar algo así de nadie,
sino únicamente de sí mismo. Él no podía admitir de ninguna
manera que hubiera personas talentosas, capaces y exitosas en
el mundo. Esos calificativos estaban reservados únicamente
para él mismo. Si él no lograba encontrarle algún defecto al
prójimo, no se sentía bien. Y por eso el Sabiondo siempre tenía
motivos para sentir amargura y desilusión – porque entonces
demostraba que los demás eran unos tontos que no entendían
nada de nada.
El Simple tenía ahora un nuevo pasatiempo: ir corriendo
de su casa al Sabiondo y de vuelta con amor y alegría. El
Simple notó lo mucho que sufría el Sabiondo en la posada y
le dijo: “Hermano mío, ¿por qué no vienes a quedarte en mi
casa? Correré todas mis pertenencias a un rincón y el resto
de mi casa es tuyo para que lo uses como desees”. La idea le
agradó mucho al Sabiondo, quien fue a la casa del Simple y
se hospedó allí.
El Simple advirtió que el Sabiondo sufría enormemente y con
su gran bondad se ofreció a darle alojamiento en su propia
casa. Ahora bien: sabemos que el Simple apenas lograba
obtener sustento para su propia familia. ¿Cómo iba a hacer
para proveer las necesidades de un huésped? No obstante, no
sólo que el Simple no prestó atención a las dificultades que
debería enfrentar sino que, muy por el contrario, se alegró
enormemente ante la oportunidad de ayudar a su amigo.
examen de conciencia, prestando atención a todos sus puntos desalentarlo, de inmediato debe fortalecerse y realizar un esa clase de pensamientos, o ve que los demás
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