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256|   En el Jardín de la Sabiduría  Capítulo Ocho:  El declive del Sabiondo   | 241  corrupción de cualquier forma que sea.  pero  se  mantiene  firme  y  resuelto  frente  a  la  maldad  o  la   como Su emisario. El verdadero líder se somete a la verdad   persona humilde que sabe que fue designado po
                                      Capítulo Siete:  Cambio de rumbo   | 225
 y le dijo: “Ven conmigo afuera y te mostraré con total claridad   les entregó a los mensajeros las cartas respectivas y ambos
 que  el  mundo  está  totalmente  equivocado,  y  en  verdad  no   mensajeros emprendieron el viaje rumbo al pueblo de ambos
 existe un Rey, y están todos totalmente equivocados”.  jóvenes. Les dio las cartas –el mensajero astuto al Sabiondo,
           y  el  mensajero  simple  al  Simple. En  el  momento  en  que  el
           Simple recibió su carta, le dijo al mensajero que se la había
 El Sabiondo no dijo: “Ven afuera y ayúdame a enseñarle al   traído: “No puedo leer lo que está escrito aquí. ¡Léemela por
 mundo el nuevo conocimiento que se nos ha revelado”.   favor!”.
 Él solamente quería demostrarles a los demás que estaban   El mensajero dijo: “Te diré de memoria lo que dice la carta – el
 equivocados y que el rey no existe. Quería revelar la necedad   8  Rey quiere que vayas a verlo”.
 de los demás y demostrar que él era un hombre de inteligencia.
 En una palabra: quería alimentar su ego insaciable.  El  Simple  dijo:  “¡Solamente  prométeme  que  no  estás
           bromeando!”.


 Entonces fueron al mercado y allí vieron a un soldado. Se le
 acercaron y le preguntaron: “¿A quién sirves?”.  El Simple quería una sola cosa: asegurarse de que la invitación
           era legítima, que no se trataba de un engaño o de una broma.
 “Al Rey”, respondió.  Él sabía que todo el mundo estaba lleno de falsedad y burlas.

 Ellos preguntaron: “¿Acaso has visto al Rey alguna vez en   Cuando la persona no tiene emuná, entonces busca toda clase
 toda tu vida?”.  de “imitaciones baratas” que la haga sentir bien, y así es como
           empieza a ridiculizar a los demás y a contar chistes de mal
 “No”.     tono. El Simple no quería tener nada que ver con ese tipo de
           cosas.
 “¡¿Acaso viste algo tan tonto como esto?!”, dijo el Sabiondo.
           El Simple poseía genuina paz y alegría interior, debido a que
 Una  vez  más,  se  acercaron  a  un  oficial  del  ejército  y  se   vivía una vida de emuná. Y por eso no había nada que le
 pusieron a conversar con él hasta que al final le preguntaron:   resultara tan molesto como las burlas. No lograba entender
 “¿A quién sirves?”.  cómo era posible que un ser humano se burlara de otro; cómo

 “Al Rey”.  era posible  que  las  personas  no fueran  capaces  de  tratarse
           con mutuo respeto. ¿Para qué competir, cuando cada uno de
 “¿Acaso has visto al Rey?”.  nosotros tiene una propia y singular misión que cumplir y sus
           propios canales de abundancia?
 “No”.
           Por el contrario, el Sabio, que sufría de una total falta de
 “Entonces ves con tus propios ojos que el tema está claro:   emuná, no hacía más que herir los sentimientos de los demás
 están todos equivocados. No existe un Rey en el mundo”. Y se   y burlarse de ellos. Su única dicha en la vida era la fantasía de
 pusieron de acuerdo en que no existe un Rey en absoluto.  que era mejor que todos…


           Él respondió: “Esa es la verdad. No es una broma”.








 #-- - 18375-UV | 8 - A | 17-04-19 | 15:27:40 | SR:-- | Black   #  Capítulo Ocho:  El declive del Sabiondo   | 253  tono tan firme que no leamos libros de filósofos en los que se   construir. Es por eso que nuestros Sabios nos advierten en   por completo la emuná que la persona tardó tantos años en   mi
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