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 El Cuento del Sabiondo y el Simple  | 17  de  que  todo es  un  regalo  Divino  y  tiene  que  orar  mucho   tan especiales. Esa persona tiene que tener la total convicción   que pasar, que consiste en no enorgullecerse de sus cualidades   valentía, fuerza, agilidad, etc, tiene una prueba muy difícil
         24|   En el Jardín de la Sabiduría
 El mensajero dijo: “Te diré de memoria lo que dice la carta – el   mío. Veo que es mucho más difícil que tú alcances mi nivel de   Entonces fue al mercado y vio a comerciantes que viajaban en
 Rey quiere que vayas a verlo”.  simpleza”. Aun así, siendo que él ya lo conocía desde la época   un gran carruaje y les preguntó: “¿Adónde van?”
         de su antigua grandeza, el Simple dio órdenes de que se le
 El Simple dijo: “¡Solamente prométeme que no estás   diera ropa decente para vestir y le pidió que cenara con él.  “A Lagorna”.
 bromeando!”.
         Durante la comida, se pusieron a conversar. El Sabiondo                          “¿Podrían llevarme?
 Él respondió: “Esa es la verdad. No es una broma”.  empezó a exponer su teoría de que no existe un Rey en   “Sí”.

 De inmediato el Simple se llenó de alegría y fue corriendo a   absoluto. Entonces el Simple, o sea, el Primer Ministro, lo
 su esposa, diciendo: “¡Esposa mía, el Rey me ha mandado a   reprendió: “¡¿Qué?! ¡Yo mismo he visto al Rey!”.  Entonces lo llevaron, y de allí partieron rumbo a Italia, y
 llamar!”.  El Sabiondo respondió con tono de burla: “¿Acaso sabes con                    de allí a España. Mientras tanto pasaron varios años y él se
                                                                                          volvió aún más sabio, pues había estado en muchos países.
 Ella  preguntó:  “¿Por  qué y para qué?”. Pero  él  no  tenía   certeza que  aquel al  que  viste  es  realmente  el  Rey? ¿Estás   Entonces pensó: “Ahora es buen momento para plantearme
 tiempo para responderle sino que muy alegre se apresuró a   seguro de que él, su padre y su abuelo fueron todos reyes?   un  objetivo”.  Y  empezó  a  filosofar  acerca  del  oficio  que  le
 emprender el viaje junto con el mensajero. El Simple entró al   ¿Cómo sabes que él es el Rey? Te dijeron que él es el Rey,   convenía aprender. Decidió que sería muy bueno aprender
 carruaje y se sentó y allí encontró las vestimentas nuevas y   pero te engañaron con una total falsedad”. El Simple se puso   orfebrería, que es un oficio agradable y prestigioso, que exige
 entonces se puso más contento aún.  furioso por el tema del Rey, por el hecho de que este hombre   gran destreza y además resulta muy lucrativo. Y dado que era
         negara la existencia del Rey.                                                    muy inteligente y además un filósofo, no tuvo necesidad de
 Mientras tanto, un informante difundió el rumor de que el                                aprender el oficio muchos años. En solamente un cuarto de
 gobernador había cometido un acto de corrupción, por lo   En medio de todo esto, llegó alguien y anunció: “El Azazel,   año lo había dominado y se había convertido en un artesano
 que el Rey lo desplazó de su cargo. El Rey meditó acerca del   o sea, el Diablo, ha enviado por ustedes dos”. El Simple se   distinguido, más experto en el oficio que aquel que se lo había
 asunto y decidió que lo mejor sería que el gobernador fuera   estremeció y fue corriendo a contarle a su mujer con gran   enseñado.
 un hombre simple que gobernara el estado con verdad y con   temor que el Diablo había mandado a buscarlo. Su mujer le
 rectitud, que no conociese todo tipo de tejemanejes. El Rey   aconsejó que mandara a llamar al Hacedor de Milagros. Así lo   Después él pensó: “Si bien ahora cuento con este oficio, no
 decidió nombrar gobernador al Simple y dio órdenes de que el   hizo y el Hacedor de Milagros vino y le dio amuletos y otros   es suficiente. Es posible que ahora sea un oficio prestigioso
 Simple, a quien había convocado, sería el gobernador y debía   medios de resguardo y le dijo: “Ahora no tienes motivos para   pero también es posible que con el tiempo sea más prestigioso
 pasar por la capital de la provincia. El Rey apostó personas   preocuparte, en absoluto”. Y él tenía gran fe en eso.  dedicarse  a  otro  oficio  diferente”.  Así  fue  como  se  hizo
 en las entradas de la ciudad capital y apenas llegó el Simple,   El Sabiondo y el Simple seguían sentados juntos y el Sabiondo   aprendiz  de  un  tallador  de  gemas.  En  virtud  de  su gran
 debían detenerlo y coronarlo gobernador. Y así lo hicieron:   le preguntó: “¿Por qué te asustaste tanto?”.  inteligencia,  él  se  hizo  experto  de  aquel  oficio  en  un  lapso
 esperaron allí y apenas él llegó, lo detuvieron y le informaron                          relativamente breve, en apenas un cuarto de año.
 que había sido nombrado gobernador. Él les dijo: “Solamente   El Simple respondió: “Por el Diablo, que envió por nosotros”.
 prométanme que no están bromeando”. Ellos respondieron                                   Sin  embargo,  él  seguía  filosofando  acerca  de  su  situación:
 que no era ninguna broma. E inmediatamente él pasó a ser   El Sabiondo se rio diciendo: “¿Tú crees que existe un Diablo?”.  “A pesar de que tengo dos oficios, es posible que llegue un
 gobernador, con toda la autoridad y el poder.  El Simple respondió: “Si no, entonces ¿quién envió por   momento en el que ninguno de los dos valga de algo. Mejor
                                                                                          será que aprenda alguna profesión que siempre tenga valor”.
  Ahora que su fortuna se había dado vuelta, y el cambio de   nosotros?”.                 Haciendo  uso  de  su  inteligencia  y  su  filosofía,  llegó  a  la
 fortuna trae sabiduría, él obtuvo un mayor entendimiento.   El Sabiondo respondió: “Sin duda, fue mi hermano, que   conclusión de que tenía que estudiar medicina, que era algo
 Aun así, él no utilizó su sabiduría en absoluto, sino que   quería dejarse ver conmigo. Y por eso envió por mí usando   que siempre iba a ser necesario e importante.
 gobernó con simpleza como al comienzo, con verdad y con   un engaño”.
 rectitud, sin un rastro siquiera de corrupción. Para gobernar                            Se acostumbra que antes de estudiar medicina, uno aprenda
                                                                                          latín, composición y la disciplina intelectual de la filosofía.
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