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8| En el Jardín de la Sabiduría El Cuento del Sabiondo y el Simple | 9 latín, composición y la disciplina intelectual de la filosofía. Se acostumbra que antes de estudiar medicina, uno aprenda que siempre iba a ser necesario e importante. conclusión de que tenía que estudiar medicina, que era
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dado que él era muy inteligente, pensó: “Siendo que ya estoy El Simple preguntó: “De ser así, ¿cómo fue que pasó a los deficiencias.
en Varsovia, ¿para qué voy a estar atado a estas personas? guardias?”.
Tal vez encuentre algo mejor. Voy a ir a ver y a preguntar”. La regla general es que cada persona tiene libre albedrío y
Y fue al mercado y empezó a investigar y preguntar por Él respondió: “Seguramente los habrá sobornado, y ellos puede decidir que no va a sentir arrogancia por su inteligencia,
las personas que lo habían traído y a ver si había personas están mintiendo, diciendo que no lo vieron”. ni por su talento, ni por su éxito. Uno no puede argumentar:
mejores que ellas para quien trabajar. Le respondieron que En eso, el que había hecho el anunció retornó y repitió el “Yo no tengo la culpa de ser tan inteligente y tan exitoso… No
estas personas eran decentes y que era bueno estar con ellas. mensaje, o sea, que el Diablo había enviado por ellos. Esta puedo evitar sentir arrogancia, y con toda la inteligencia que
Sin embargo, era posible que le resultara difícil, ya que ellos vez, el Simple no se estremeció, y no tuvo miedo en absoluto, poseo, ¿cómo voy a poder ser inocente?”. Eso no es verdad:
viajaban grandes distancias a causa de sus negocios. gracias a la protección del Hacedor de Milagros. El Simple le cada persona posee libre albedrío y puede decidir que va a
vivir con emuná, y contemplar toda la realidad y ver que todo
Él fue y vio empleados de la sastrería que pasaban por dijo al Sabiondo: “Y ahora ¿qué dices?”. proviene de Hashem. Lo que sucede es que cuanto más éxito
el mercado con su estilo de moda y con sus adornos –los “Tengo un hermano que está enojado conmigo y que inventó uno tiene, más difícil es la prueba que tiene que pasar, tal
sombreros y los zapatos de punta y demás amaneramientos, este engaño para asustarme”. Entonces se puso de pie y le como enseñan nuestros Sabios: “El desafío de la riqueza es
tanto en la ropa como en el porte. Él poseía una mente preguntó a aquel que había venido por ellos: “¿Qué aspecto mucho más difícil que el desafío de la pobreza”.
brillante y aquel trabajo le resultó interesante debido a que tiene aquel que te mandó a llamarnos? ¿Cómo es su rostro y
tenía gracia y además se podía hacer en su propio hogar y en qué aspecto tiene su cabello?”. Y siguió haciendo preguntas Hay una cuestión que debemos plantearnos antes que nada:
su propia zona. Entonces volvió con las personas con las que similares. ¿Cuál es la prueba del ser humano en este mundo? Y la
había llegado y les dijo que no tenía deseos de continuar junto respuesta es que, cuando uno tiene éxito, la prueba consiste
a ellas. Y en cuanto al hecho de que lo hubieran traído hasta El mensajero lo describió. en ver si uno Le atribuye el éxito a Hashem o, por el contrario,
aquí, él ya los había servido en el camino. se lo atribuye a sí mismo, tal como dice en la Torá: “La fuerza
Entonces el Sabiondo dijo: “¿Ves? ¡Es exactamente igual a mi y el poder de mi mano”. Y cuando uno fracasa, la prueba
Luego empezó a trabajar para uno de los mercaderes. Se hermano!”. consiste en una de dos opciones: o bien atribuirle el fracaso
acostumbra que los sirvientes pagos al principio trabajen a Hashem, o bien echarse la culpa a sí mismo o a alguna
por poca paga y realices labores arduas. Entonces alcanzan El Simple preguntó: “¿Vas a ir con ellos?”. otra persona. Por lo tanto, la prueba a que se enfrenta el
el nivel de sirvientes ya establecidos. Su empleador le dio de El Sabiondo respondió: “Sí. Solamente dame varios soldados pobre es mucho más fácil, porque fácilmente entiende que la
hacer labores arduas y lo enviaba a los clientes, a llevarles para que actúen de escoltas, para que no puedan hacerme pobreza es un decreto Divino. Por el contrario, en el caso del
las mercaderías, tal como se acostumbra con los sirvientes. daño”. rico la prueba es mucho más difícil, ya que es prácticamente
Ellos tienen que mantener los brazos en alto, dejando caer imposible que el rico piense que la riqueza de la que goza es
las vestimentas por el brazo para que los clientes las vean. Entonces le dio la escolta y el Sabiondo con su compañero por decreto Divino. Por lo general, la gente rica piensa: “Mi
Este trabajo le resultó muy difícil de soportar. A veces tenía astuto fueron con el hombre que había ido a buscarlos, y los fuerza y el poder de mi mano son los que me trajeron toda
que subir muchos escalones con toda esa carga y le resultaba soldados retornaron. esta grandeza”.
muy pesado. Entonces pensó, ya que era un filósofo muy
inteligente: “¿Por qué voy a hacer un trabajo así? De hecho, el El Simple les preguntó: “¿Dónde está el Sabiondo y su Lo mismo ocurre con cada éxito y cada bendición que uno
principal motivo por el cual uno trabaja es para poder casarse compañero?”. Los soldados respondieron que no sabían; que tiene en la vida. Aquel que tiene éxito, talento, astucia,
y ganarse la vida, pero yo todavía no tengo necesidad de de repente habían desaparecido. valentía, fuerza, agilidad, etc, tiene una prueba muy difícil
preocuparme de eso. Ya va a llegar el momento de que me El Diablo capturó al Sabiondo y a su compañero y los llevó que pasar, que consiste en no enorgullecerse de sus cualidades
encargue de eso en el futuro, en los próximos años. Mientras a una ciénaga de arenas movedizas. Allí estaba sentado el tan especiales. Esa persona tiene que tener la total convicción
tanto, estoy muy contento de poder viajar por distintos países Diablo sobre un trono dentro de la ciénaga y arrojó adentro al de que todo es un regalo Divino y tiene que orar mucho
y disfrutar de las vistas”.
#-- - 18375-UV | 1 - A | 17-04-19 | 15:27:34 | SR:-- | Black No fijarse en los demás Abraham era uno “Y La renovación No seas viejo Borrón y cuenta El zapato de tres puntas Los fundamentos de la Sigamos avanzando Antes y después La Torá al Sabiondo… Lo tomó de la ropa En la lejana La emuná
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La cadena de la Torá
La auto-
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El edificio de
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La plaga de la
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La elección adecuada
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