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292| En el Jardín de la Sabiduría Capítulo Diez: Siempre felices | 301 al conductor que detuviera el vehículo para que él pudiera provenientes de la ciudad de Breslau. El Baal Shem Tov le dijo de viaje, se encontraron con un vehículo lleno de mercaderes Tov, se cuenta del Baal Shem

Una vez más el Simple demuestra su impecable carácter al Querido lector:
demostrar hasta el final su lealtad y su amistad a su amigo de
la infancia.
En virtud de la conexión que el Simple tenía con el tzadik, El libro que acabas de leer ha transformado las vidas de
logra sacar a los astutos del infierno. muchísimas personas de todos los credos y todas las razas.

El Sabiondo era solamente un amigo de la infancia del Simple. Queremos que sepas que este libro es fruto de una maravillosa
Aparte del acto caritativo que el Simple había hecho con él al campaña de difusión dedicada a diseminar la emuná y la
dejarlo hospedarse en su casa en vez de derrochar dinero en sabiduría judía a millones de personas en el mundo entero en
un hotel, ellos no tenían conexión entre sí como adultos. Pero una gran variedad de idiomas.
incluso una conexión tan remota con el tzadik verdadero ha
de resultar muy beneficiosa para el Sabiondo. ¡Imaginémonos Nos dirigimos a ti, querido lector, con un pedido y una
entonces cuán beneficiosa va a ser una conexión de primera proposición: que te hagas socio de este gran emprendimiento,
mano con el tzadik verdadero! cooperando con nosotros a fin de difundir la emuná en el
mundo entero y literalmente salvar vidas.
A la luz de lo dicho, podemos apreciar la promesa que hizo
Rabí Najman respecto a que ha de sacar del infierno a todo Para tu comodidad, hemos adjuntado un formulario en el
aquel que vaya a su tumba en Uman (Ucrania), dé una moneda reverso de esta hoja. Por favor llénalo con tus datos personales
para caridad y recite los Diez Salmos del Tikún Haklalí. y envíanoslo de vuelta.
La Guemará cuenta varias instancias en que un tzadik sacó Bendiciones
a un alma del Guehenom (infierno): Rabí Yojanan rescató el
alma de Elisha Ben Abuia del Guehenom (Jaguigá 15b). El Rey Instituciones Jut shel Jesed
David elevó el alma de Absalom desde el séptimo y más bajo
nivel del Guehenom (Sota 10).

Entró a ver al Hacedor de Milagros y tras inclinarse ante
él, como hacen los nobles, le preguntó si podía mostrarle al
Sabiondo y si podía liberarlo de aquel lugar. Le preguntó al
Hacedor de Milagros: “¿Recuerdas al Sabiondo, a quien el
Diablo mandó a llamar y se lo llevó, y a partir de ese día no Jut shel Jesed
ha sido visto nunca más?”. POB 50226

El Hacedor de Milagros respondió: “Sí”.
Bucharim Post Office
Entonces le pidió que le mostrase el lugar (donde estaba
retenido el Sabiondo) y que lo liberase de allí. Jerusalem zip code: 91050

Israel # #-- - 1

que desea transitar. Si uno desea hacer el bien, entonces lo van
Guemará, respecto a que la persona es guiada por el sendero
su pedido de guardias armados, ilustrando lo que dice la
son sus planes. El Simple también le concede al Sabiondo
su influencia. Él simplemente le pregunta al Sabiondo cuáles
Una vez más, el Simple no trata de intervenir ni de ejercer

daño”.
para que actúen de escoltas, para que no puedan hacerme
El Sabiondo respondió: “Sí. Solamente dame varios soldados
El Simple preguntó: “¿Vas a ir con ellos?”.

borde del infierno.
que los malvados no se arrepienten ni siquiera estando al
negándose a reconocer la verdad. Nuestros Sabios afirman
el Sabiondo ahora sentía un miedo mortal, aun así seguía
Sabiondo iba a decir: “¡Ese es mi hermano!”. A pesar de que
Diablo, ya que más allá del aspecto que pudiera tener, el
Rabí Najman no se molesta en describir el aspecto del Malo-

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hermano!”.
Entonces el Sabiondo dijo: “¿Ves? ¡Es exactamente igual a mi
El mensajero lo describió.

haciendo preguntas similares.
¿Cómo es su rostro y qué aspecto tiene su cabello?”. Y siguió
por ellos: “¿Qué aspecto tiene aquel que te mandó a llamarnos?
Entonces se puso de pie y le preguntó a aquel que había venido

justificar su herejía.
la evolución de los hombres a partir de los monos, a fin de

Capítulo Nueve: El reencuentro | 289