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6.- CORAZONES NO CABEZAS

La principal filosofía es la de crear corazones no cabezas,
relativa a la principal importancia de las emociones en la
educación, Neill cree que la escuela ha tenido solamente las
cabezas menospreciando los corazones de los niños; que se ha
concentrado exclusivamente en el pensamiento dejando
sistemáticamente de lado las emociones; para él la educación es
primordialmente un asunto de emociones sin que esto quiera
decir que se intente educar las emociones.

El camino más rápido para dejar en libertad las emociones es la
supresión del miedo, el miedo debe ser erradicado de la
educación de una forma absoluta; mientras que padres y
maestros sigan transmitiendo a los niños el miedo al placer y a
la vida, la educación no puede lograr sus verdaderos objetivos y
la vida del niño no pude ser plana. La falta de miedo es la cosa
más hermosa que puede ocurrirle a un nuño, el niño que es
educado en una atmosfera de miedo dirá siempre que no a la
vida, será un inferior y un cobarde no se desarrolla nunca
plenamente.

La vida del niño es evitar que tenga sentimientos de culpabilidad,
la supresión total de los castigos es una lógica consecuencia de
todo lo anterior, el castigo siempre es un acto de odio, y el odio
no puede generar si no más odio, al igual que el amor hacia un
niño le demuestra aprobación y es, a su vez programado con
aprobación las riñas y las violencias – odio – hacia el niño hacen
imposible su convivencia armónica. En una escuela libre el factor
amor es el único importante la relación adulto niño debe estar
impregnada de cariño, no se trata de un cariño vago ni mojigato
si no de un cariño que implique y demuestra a la vez la
aprobación el reconocimiento la amabilidad y la simpatía que el
adulto siente respecto al niño, de esta forma es como se educan
a las emociones en Summerhill; así es como se deja a la vida
emotiva del niño desarrollarse libremente sin miedos o
coacciones culpabilizaciones, castigos ni violencias.