Page 358 - Auge y caída del antiguo Egipto
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Ley marcial
LA VIDA DE UN SOLDADO
El creciente intervencionismo de Egipto en los asuntos exteriores, desde la
expulsión y persecución de los hicsos bajo el reinado de Ahmose hasta la
creación de un auténtico imperio bajo el de Thutmose III, tuvo un profundo
efecto en el país en general, y en el modo de gobernarlo en particular. La mayor
exposición a unos pueblos y culturas hasta entonces extraños llevó a la adopción
de ideas y costumbres exóticas en muchos aspectos de la vida, desde el arte y la
arquitectura hasta la religión estatal y privada. En sintonía con el espíritu marcial
de la época, la iconografía de la monarquía pasó a adquirir un carácter
fuertemente militar, y el rey empezó a aparecer en los relieves de los templos
como un grande y poderoso jefe guerrero, lo cual se vio reflejado asimismo en la
militarización de la sociedad en su conjunto. El Imperio Nuevo fue la era de los
soldados, y, desde sus humildes comienzos, el ejército egipcio no tardó en
devenir uno de los grupos más influyentes de la sociedad.
Para las campañas de los imperios Antiguo y Medio, los gobernantes de
Egipto habían dependido de un ejército de leva, reclutado en cada momento
concreto entre la población en general y reforzado por mercenarios, a menudo de
Nubia. Aunque ese sistema era adecuado para realizar incursiones esporádicas
destinadas a defender los intereses egipcios o a abrir rutas comerciales, resultaba
absolutamente incompatible con las exigencias del imperio. La conquista y
anexión de grandes franjas de territorio extranjero requerían de guarniciones
permanentes para imponer el control egipcio, respaldadas por la amenaza de