Page 359 - Auge y caída del antiguo Egipto
P. 359

emplear  el  grueso  de  las  fuerzas  en  caso  de  insurrección.  Solo  un  ejército
               permanente y profesional podía cumplir semejante objetivo. De ahí que, en los

               comienzos del Imperio Nuevo, la organización militar se profesionalizara y se

               creara un ejército permanente por primera vez en la historia egipcia. Durante el
               reinado de Ajenatón (1353-1336), la influencia del ejército ya se dejaba sentir en

               las  altas  esferas.  Muchos  de  los  hombres  más  próximos  al  rey  combinaban

               cargos  civiles  y  militares,  y  sin  duda  tales  vínculos  servían  para  mantener  un

               poderoso bloque leal al soberano.
                  Una reorganización de las fuerzas armadas a finales de la XVIII Dinastía las

               dividió  en  dos  cuerpos  claramente  diferenciados:  infantería  y  carros.  Egipto

               contaba  también  con  una  importante  tradición  naval  (utilizada  con  grandes
               resultados en las batallas contra los hicsos), pero la interdependencia entre las

               tropas  terrestres  y  las  transportadas  por  vía  fluvial  se  reflejaba  en  el  elevado

               nivel  de  intercambio  del  personal  militar,  ya  que  tanto  los  soldados  como  los

               oficiales alternaban sus destinos entre el «ejército» y la «marina». En el puerto
               de la capital, Menfis, había una importante base naval; otra, situada en la antigua

               capital de los hicsos, Hutuaret, recibió el apropiado nombre de Perunefer («buen

               viaje»). Asimismo, probablemente había guarniciones militares estacionadas en
               centros provinciales de todo el país de cara a un rápido despliegue en situaciones

               de emergencia, mientras que una gran guarnición de reservistas situada justo a

               las  afueras  de  Menfis  representaba  sin  duda  un  poderoso  elemento  disuasorio
               frente a posibles insurgentes entre la propia población egipcia.

                  La  principal  unidad  táctica  de  la  infantería  era  un  pelotón  de  cincuenta

               hombres al mando de un comandante de pelotón, el rango inferior de entre los
               oficiales. Cada pelotón estaba dividido en cinco escuadras de diez hombres, cada

               una de ellas con su propio jefe de escuadra. Esta estructura fomentaba el trabajo

               en equipo y un marcado espíritu de grupo, esencial para el éxito de cualquier

               ejército. Cuatro o cinco pelotones formaban una compañía, que tenía su propio
               intendente y su propio ordenanza, y estaba a la órdenes de un abanderado. A

               efectos operativos, varias compañías podían combinarse para formar un batallón,
   354   355   356   357   358   359   360   361   362   363   364