Page 641 - Auge y caída del antiguo Egipto
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Grande, nomarca de Tebas, el supervisor de su ejército se llamaba también Intef;
asimismo, los tres sucesores de Intef el Grande se llamaron Intef (designados
como Intef I, II y III desde el momento en que reclamaron sus títulos reales), y
uno de los lugartenientes tebanos más leales, que sirvió a Intef II y III, así como
al siguiente rey, fue otro Intef (véase John Bennett, «A new interpretation»).
Parece, pues, que elaborar una lista de los integrantes del ejército tebano debía
de resultar un ejercicio bastante desconcertante. La tradición prosiguió en el
reinado de Mentuhotep, en que el jefe de la policía del rey se llamaba también
Intef.
Los mercenarios nubios de Inerty han sido objeto de atención académica por
parte de Henry Fischer en «The Nubian Mercenaries»; más recientemente,
Sabine Kubisch, en «Die Stelen der 1. Zwischenzeit», ha estudiado la epigrafía,
la iconografía y la cronología de las estelas de ese cementerio. Sobre el
descubrimiento, enormemente importante, de la inscripción de Tyauty en el
Desierto Occidental, puede verse un completo análisis acerca de su importancia
para las primeras etapas de la expansión tebana en la obra de John y Deborah
Darnell Theban Desert Road Survey.
Las hazañas militares de Intef II se pueden seguir muy bien en las
inscripciones de sus leales lugartenientes. La anexión tebana de los tres nomos
más meridionales se describe en la inscripción de Hetepi de El Kab; véase
Gawdat Gabra, «Preliminary Report on the Stela of Htpi». Sobre la inscripción
de Dyemy, véase Hans Goedicke, «The inscription of Dmi», y sobre Dyary véase
Miriam Lichtheim, Ancient Egyptian Autobiographies (pp. 40-42). Las versiones
del otro bando en la guerra civil se preservan en las tumbas de Sauty: véanse
Hellmut Brunner, Die Texte aus den Gräbern der Herakleopolitenzeit von Siut, y
Donald Spanel, «Asyut» y «The Herakleopolitan Tombs». El lamento
heracleopolitano por el destino de Abedyu aparece en la obra literaria conocida
como las Enseñanzas para Merikara, que se cree que fue escrita por el rey Jety
para su hijo.
Sobre la pobreza y la servidumbre en el Primer Período Intermedio véase Juan