Page 171 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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La s a r m a s  e n  m in ia t u r a
          En  general,  las  armas  etruscas  han
       sido  descubiertas  —figuradas  o  presen­  I
       ciales—  en  contextos  funerarios  (tum­      ' ΐ ' Λ
       bas) donde eran dejadas para reafirmar la      Jf& V  i >  ί  «  I
       posición social de los difuntos, y menos
       en  lugares  de  culto  (templos  y  santua­
       rios), aquí como exvotos, y en ambientes
       urbanos públicos y privados (casas de las
       élites),  sin duda para su exhibición (spo­
       lia hostium).
          Especial  interés,  sin  embargo,  pre­
       sentan  determinadas  armas  ofensivas y
       defensivas, trabajadas en miniatura, aso­
       ciadas  a otro instrumental, también  di­
       minuto,  de  tipo  agrario,  enterradas  en
       diferentes lugares, junto a edificios reli­
       giosos,  caso,  por  ejemplo,  de  Brolio  o
       Telamón (depósitos aquí del Genio M ili­
       tare y de  Vivarelli-Strozzi).
          Estos  depósitos  han  sido  relaciona­
       dos por algunos estudiosos con la batalla
       de  Telamón,  del  año  225  a.C.,  y  por   Ánfora con combates de hoplitas y cuadrigas
       otros  con una favissa  adjunta  a un  san­  corriendo. Pintor de Micali.
       tuario en donde se veneraría a una divi­
       nidad  conectada  con  la  agricultura y la
       guerra, quizá el héroe Echetlos. En cualquier caso, el significado último de estas ar­
       mas en miniatura (lanzas, espadas, escudos, cascos, arreos de caballo) se nos escapa,
       pues en su fabricación hubieron de coexistir circunstancias religiosas y rituales —¿co­
       nectadas con los ritos de paso de los jóvenes guerreros?— y en menor medida eco­
       nómicas o lúdicas.



       L a  m a r in a   e t r u s c a
          Los etruscos sobresalieron en las artes del mar, tanto en lo que se refiere a su ma­
       rina mercante cuanto a la de guerra, sin olvidar las acciones piráticas, a las que alu­
       dieron diferentes autores clásicos (Tucídides y Estrabón, por ejemplo).
          La arqueología, de una parte, y los textos y ecos literarios, de otra, permiten tes­
       timoniar la habilidad marinera de los etruscos desde su formación como éthnos hasta
       el final de su historia, según ha demostrado recientemente la arqueóloga G. Pettena.
          Ha sido sopesada por algunos  estudiosos la posibilidad de la existencia de una
       marina villanoviana, dedicada probablemente en los siglos x y ix a.C. a distribuir ma­
       terias primas (metales, cereales) y que alcanzaría su  floruit en las etapas orientalizante
       y arcaica etruscas, épocas en las que la aristocracia fundiaria y mercantil de las prin­
       cipales  ciudades hicieron del mar una de las bases fundamentales  de su economía,
       obteniendo muy altos rendimientos.


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