Page 234 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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Motivo de los juegos

           En general, si se acepta el tipo de documentos que nos han llegado, los juegos at­
        léticos e hípicos se desarrollarían con motivo, sobre todo, de determinados funerales
        de la clase oligárquica y dirigente. Pero no deben ser limitados exclusivamente al ám­
        bito funerario, puesto que también se celebraron manifestaciones atléticas organiza­
        das tanto por las autoridades religiosas como por los dirigentes de los enclaves ur­
        banos.
           En el Fanum Voltumnae, el santuario nacional etrusco, se celebraron anualmente,
        primero con ocasión de la elección del rey o lucumón y luego, a partir de finales del
        siglo vi a.C., de la del sacerdos Etruriae, unos magníficos juegos deportivos y grandes
        festejos.  Para H.  S.  Versnel, los juegos  tendrían lugar en el transcurso de una fiesta
        que conmemoraba el Año Nuevo, parecida a la Akitu de Babilonia.
           Un pasaje de Tito Livio (V,  1) informa también que una serie de juegos (solemnia
        ludorum)  eran  organizados  regularmente  por  el  conjunto  de  ciudades  etruscas,  al
        igual que hacían las poleis griegas con sus juegos panhelénicos, y a ellos acudían atle­
        tas y actores de diferentes ciudades.


        Lugar de celebración

           Los juegos se celebrarían en pleno campo, en espacios dispuestos al efecto, no le­
        jos de las zonas funerarias y, en su caso, de culto. En la Tomba della Cuccumella de Vul­
        ci se halló, en el centro de uno de sus túmulos de comienzos del siglo vi a.C., un ám­
        bito rectangular que presentaba sobre tres de sus lados dos filas de siete gradas, espa­
        cio y disposición evaluados por su excavador U.  Ferraguti, ya en  1929, como «una
        sala para ceremonias o espectáculos funerarios». Nos hallamos, por lo tanto, ante un
        ejemplo único de un pequeño estadio privado, de carácter gentilicio, que fue dedicado,
        en opinión de A. Hus, al héroe de la ciudad Aulo Vibenna.
           También en Blera se halló un espacio similar, cronológicamente un poco más an­
        tiguo, con gradas sobre dos de sus lados. Este espacio ha sido considerado por G. Co-
        lonna como el «teatro» más antiguo de Italia, área que se reservaría, sin duda alguna,
        para el desarrollo de juegos y danzas funerarias. Lo mismo cabe decir del edificio de
        comienzos del siglo v a.C. localizado en Caere. Sus restos han testimoniado que era
        de planta elíptica con gradas y a cielo abierto. Muy bien pudo ser lugar, entre otros
        usos funcionales, para practicar en él espectáculos y juegos.


        Documentosfigurados sobre los juegos

           El documento figurado más completo sobre temática atlética etrusca quizá sea el
        que ha facilitado la  Tomba delle Olimpiadi,  de Tarquinia, descubierta en  1958, en cu­
        yos frescos, estudiados por R. Bartoccini, C. M. Lerici y M. Moretti, se recogieron,
        además de un banquete funerario con personajes masculinos, varios motivos atléti­
        cos. Así, en la pared derecha se observan tres corredores a pie, un saltador de longi­
        tud y un discóbolo, y junto a ellos dos grandes vasos, el premio de los vencedores.


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