Page 229 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma

Ánfora con escena de música y danza. (Wurzburgo.) Espejo con sonadoras de crótalos. (Staatliche
Museen, Berlín.)

mos los etruscos no representaron tamboriles, ni címbalos ni sistros, lo que no signi­
fica que no los conocieran. |
Roma no dudaría más tarde en contratar a músicos etruscos (los sububnes) para que
actuaran en sus ceremonias de sacrificios que se iniciaban con sonidos de flautas. Llega­
rían a crear su propio colegio de subulones, especializados en la música que acompañaba
los sacrificios. También de los etruscos tomaron los romanos su música militar.

La danza

Por otra parte, la danza —junto con el canto y, por supuesto, la música— sirvió
para alegrar las fiestas etruscas, ocupando un importante lugar en las ceremonias re­
ligiosas (culto), civiles (banquetes, bodas, funerales) y militares (danzas de duelo, dan­
za de los escudos).
La danza etrusca hubo de diferenciarse muy poco de la griega, salvo en que ésta
fue más gesticulante y en que la etrusca fue mucho más individualista, según refleja
la documentación llegada, permitiendo así al bailador seguir el ritmo musical con
mayor detenimiento y atención.
Tuvo en Etruria un origen ritual y religioso y fue tal su raigambre y prestigio que
Roma no dudó —-según narra Tito Livio (VII, 2)— en llamar a danzantes y mimos
etruscos para apaciguar con el ritmo de sus movimientos a las enfurecidas divinida­
des, causantes de una terrible peste que en el año 364 a.C. diezmaba a los romanos.

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