Page 224 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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Como ejemplos poliviscerales, estudiados por M. Tabanelli, pueden aducirse
aquí los 22 hallados en Bolsena (hoy depositados en Florencia) o los del Museo de
Villa Giulia.
Las prácticas quirúrgicas
Los etruscos hubieron de practicar una cirujía muy primitiva, que les vendría al
principio exigida por razones de guerra y que con el tiempo se aplicaría a todo tipo
de incidencias quirúrgicas. Al parecer tales operaciones, entre ellas, amputar miem
bros, suturar heridas, detener hemorragias, reducir luxaciones, inmovilizar fracturas,
extraer cálculos de la uretra y cuerpos extraños de los ojos, serían realizadas primera
mente por personas del ámbito militar, sin conocimientos médicos, para terminar
siendo realizadas por sacerdotes especializados.
En cualquier caso, prueba de su práctica es el modesto instrumental quirúrgico
que ha llegado, fabricado en bronce y tal vez originario de Grecia (o hecho en Etru
ria por artífices griegos y quizá locales). El repertorio de piezas es realmente insignifi
cante, reduciéndose a cuchillos, láminas cortantes, estiletes, pinzas de diferentes ta
maños (algunas dentadas), bisturíes, lancetas, espátulas, varillas, cucharillas y sondas
de distintas longitudes, con o sin orificios.
Un instrumento especial, no conocido quizá ni por los griegos ni romanos —sí
por los egipcios—, fue el denominado thumi, consistente en un cuchillo de largo
mango (algo más de 20 cm) y lama metálica muy plana, cortante y en forma de me
dia luna. Con el mismo se efectuarían trepanaciones. Que sepamos, hasta ahora tan
sólo se han localizado en tierra etrusca dos de dichos instrumentos, de bronce, al pa
recer venidos muy probablemente de Egipto y hoy conservados en el Museo de
Chiusi y en el Museo Pigorini de Roma. Otros tres ejemplares, si bien con lama trian
gular y no de media luna, se hallan expuestos en Turin.
Asimismo, ha sido hallado un cráneo en una necrópolis de Pontecagnano (Saler
no) con una trepanación en la región parietooccipital derecha, de unos 5 cm de lado,
publicado en 1991 por G. Fornaciarii, juntamente con otros especialistas, y que cons
tituye, que sepamos, el primer caso conocido de tal práctica quirúrgica. Efectuada en
Campania en el siglo iv a.C. —fecha del cráneo—, es lógico que tal tipo de opera
ción se conociese y practicase en otros puntos de Etruria.
La única escena de carácter quirúrgico representada se halla en un espejo (22,8 cm
de altura), conservado en Bolonia y fechado en el siglo v a.C. La misma alude a una
escena del ciclo troyano. En tal figuración se ve al héroe Filoctetes que ha sido heri
do en el calcaño por una serpiente, que está a sus pies. Tal héroe, apoyado en su lan
za, está siendo curado por el médico Macaón, discípulo del dios de la medicina, Es
culapio, que procede al vendaje de la herida. Al fondo de la escena, sobre una silla se
hallan dos vasitos que contienen el medicamento antivenenoso.
En donde sobresalieron los etruscos fue en odontología, practicando prótesis y
puentes dentales en los que empleaban hilos o laminitas de oro, coronas e incluso
dientes postizos, según se ha podido deducir de una serie de restos de mandíbulas
y dientes que fueron objeto de tratamiento odontológico. Así, un cráneo hallado en
Cittá delle Pieve, cerca de Chiusi, presenta una laminita de oro que une todos los in
cisivos, caninos y premolares inferiores afectados por la piorrea alveolar; una próte
sis, también de oro, que conserva todavía cuatro dientes, procedente de Palestrina, se
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