Page 336 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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a)  Bronces de oferentes y  donantes

           No se puede, por razones de espacio, desglosar aquí la ingente cantidad de ejem­
        plares fundidos en bronce, pero sí hacer una sucinta selección de los mismos, a pe­
        sar de lo negativo que presenta todo tipo de reduccionismo.
           Debemos comenzar por tres pequeños bronces, conservados dos en el Museo Ar­
        queológico de Florencia y el tercero  en el Museo  del Louvre, figurando  a guerreros.
        Uno  de  ellos —del  depósito  hallado  en Brolio— va vestido  sólo  con perizoma, y
        puede ser fechado hacia el 700 a.C.; el otro, de mejor calidad, va provisto de yelmo,
                                             coraza y cnemides y está figurado en acti­
                                             tud de atacar. El del Louvre, procedente
                                             del  Monte  Falterona,  va  desnudo,  pero
                                             armado con espada. Su plástica es fluida,
                                             dada la contorsión del cuerpo y la dispo­
                                             sición de sus brazos.
                                                De  mucha  mayor  belleza  y  logros
                                             técnicos  es  otra  figurilla  del  mismo  de­
                                             pósito  del  Monte  Falterona,  que  repre­
                                             senta  a  un  hoplita  (30,50  cm  de  altura),
                                             fundido  hacia el  450  a.C., y del  que  se
                                             habló ya con anterioridad.
                                                A todas estas piezas les siguen en in­
                                             terés  otras  que  representan  a  devotos
                                             que adoptan la imagen del kouros, de as­
                                             cendencia griega, esto es, del joven des­
                                             nudo  que  encarna el ideal  de la perfec­
                                             ción, caso de los ejemplares de Talamone
                                             (en  Florencia)  o  de  Chiusi  (en  el British
                                             Museum). Lo mismo cabe decir de las fi­
                                             gurillas femeninas (kórai),  en las que pue­
                                             de seguirse la mudanza y el desarrollo de
                                             los  vestidos y del peinado  dentro  de  un
                                             ideal  de  belleza  de  tipo  grequizante.  So­
                                             bresalen  algunas  kórai  del  Museo  del
                                             Louvre,  así  como  la Kóre  de  Covignano
                                             (en Copenhague) y, sobre todo, la Kóre de
                                             Campania,  conocida  usualmente  como
                                             Afrodita de Sessa, de 61 cm de altura y fun­
                                             dida hacia el 500 a.C. Tal pieza, en el Bri­
                                             tish Museum, va vestida con largo cbitón y
                                             calzada  con zapatos puntiagudos y cur­
                                             vos, de origen oriental.
                                                Aunque las figurillas de arúspices, ves­
                                             tidos con el manto de piel de animal y to­
                                             cados con el típico birrete, ya se conocie­
                                             ron a partir del siglo vi a.C., sería después
         Guerrero de Brolio.  (Museo Arqueológico, Flo­  cuando alcanzarían una gran difusión. Po­
                      rencia.)               demos  consignar,  entre  estos  ejemplares,


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