Page 337 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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el Arúspice de la orilla izquierda del Tiber, así llamado por ignorarse su lugar de fundición.
Dentro de su tosquedad presenta un gran realismo en sus vestidos. Sabemos además el
nombre de su dedicante por aparecer inscrito en la pieza (TLE, 736), un tal Vel Sveitus,
sin duda, un arúspice. Obra del siglo rv a.C., el ejemplar está hoy en el Vaticano.
Quizá más famosas sean otras figurillas de arúspices —muy divulgadas— que, con
una gran sobriedad de recursos plásticos, destacan por su alargado canon (unos 30 cm
de altura). Van vestidos con el traje ritual —un manto ajustado—, tocados con bone
te y con bulla al cuello, portando en su mano derecha una copa de sacrificio.
Al tiempo que las pequeñas figuras de guerreros iban descendiendo en produc
ción, las de oferentes y orantes fueron en aumento, llegándose a fundir incluso algunos
ejemplares de gran tamaño. A la desnudez y rigidez anatómica de los atletas —caso
del Lanzador de asta de Chiusi, hoy en Londres, o del Lanzador de jabalina del Mu
seo del Louvre, del que falta su brazo izquierdo— se contrapusieron las ricas vestidu
ras de importantes personajes de ambos sexos y una adecuada, aunque contenida,
gesticulación expresiva.
Debemos comenzar reseñando una oferente (9 cm de altura), de finales del si
glo vn a.C., de procedencia desconocida (hoy en Florencia), en la que destaca la so
lución dada a su peinado que, recogido en una larga pañoleta, le llega por la espalda
prácticamente hasta los tobillos. Otra estatuilla, también una oferente femenina, loca
lizada en Perugia, y hoy en Berlín, sobresale por la decoración de su vestido, por su
tocado de origen jonio y por su curioso calzado oriental. Se la ha fechado alrededor
del año 500 a.C.
Igualmente, de notable interés son el Oferente de Pizzirimonte del British Museum,
el Oferente togado de la isla de Famo (en la actualidad en Florencia), el Oferente de Ve
tulonia, asimismo en Florencia, y el Oferente de Voltena (57 cm de altura), conservado
en el Museo Guarnacci.
Por otro lado, entre las figurillas que representan a orantes, tan sólo citamos la se
rie aparecida en Monte Acuto Ragazza (Bolonia), todas de diferentes calidades, den
tro de su variedad plástica. De inspiración helenística han llegado, asimismo, muy
buenos ejemplares.
Junto a todas estas piezas, también deben ser citadas algunas máscaras de bronce,
como una de Chiusi (27 cm de altura), obra del 600 a.C., y hoy en Múnich, trabajada
con la técnica del martilleado; algunos bustos femeninos, como uno de Vulci (34 cm),
en el British Museum, y un gran número de cabezas masculinas, fundidas a partir
del siglo iv a.C., de entre 15 y 30 cm de altura. Una de ellas, originaria de Gabii, pero
conservada en el Museo del Louvre, adopta la forma de una oinocbóe. Todas estas piezas,
de clara inspiración helenística, acabarían por convertirse en verdaderos retratos, de impac
tante aspecto (Cabeza de joven de Florencia, Cabeza-retrato de Fiésole, en el Louvre). Uno de
los bronces votivos más enigmáticos y geniales lo constituye el conocido como Ombra
della sera, del Museo Guarnacci de Volterra, que figura a un joven totalmente desnudo, de
alargadísimo y estilizado canon. Fue obra del siglo m a.C., trabajada a fusión plena.
b) Figurillas de jóvenes
La broncística etrusca alcanzó cotas de altísima calidad en determinadas figurillas
que representaban a niñitos (putti) en las más variadas actitudes. De todas ellas vamos
a centrarnos en tres pequeños ejemplares, sin duda exvotos, que fueron fundidos por
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