Page 354 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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tico muy personal, virtudes presentes en los kylikes, aldbastra y aiyballoi globulares que
realizó. Lo mismo cabe decir del Pittore di Feoli, de gran originalidad por saber dar a
sus cerámicas una pintura de carácter monumental, además de dominar una amplia
temática.
Coincidiendo, en parte, con la desaparición de la cerámica etrusco-corintia, en dife
rentes talleres artesanales de Etruria (en donde trabajaban, entre otros, el Pittore delkRon-
dini, el Pittore della Sfinge Barbuta, el Pittore degli Archetti Policromi) se comenzó a fabricar
una cerámica típicamente etrusca de figuras negras sobre fondo rojo, a imitación —tan
to decorativa como tipológica— de la cerámica ática, entonces en su total apogeo y de
claro éxito entre las clases refinadas etruscas, junto a otra de uso cotidiano.
Las ánforas vinarias, tanto las caeretanas de fondo puntiagudo como las vulcenses
de fondo plano —necesarias para la exportación del vino—, muchas de ellas con ca
pacidades estandarizadas y de inspiración fenicia, según M. Gras, tuvieron un amplí
simo mercado. Asimismo, las cerámicas propias del servicio de mesa (oinochóai, ólpai,
kratéres, hydríai y kylikes, bien de fabricación griega, bien local, conocieron una gran
demanda sobre todo por la belleza de sus formas y la riqueza de sus decoraciones
que registraban mitos griegos y también orientales, pero con elementos de tradición
iconográfica local (quimeras e hipocampos, entre otros motivos) en el caso de las pie
zas fabricadas en los alfares etruscos.
Los «vasos ponticos»
A mediados del siglo vi a.C., y hasta comienzos del siguiente, en Vulci se fabrica
ron magníficos ejemplares conocidos como vasospónticos, llamados así, erróneamen
te, a finales del siglo xix, por F. Dümmler, por haberlos creído fabricados en el Ponto
Euxino. Los mismos difieren de las ánforas griegas en cuanto a su decoración, pues
sus ceramistas —los del grupo del Pittore di Paride, éste el de mayor personalidad—
prefirieron las composiciones abigarradas y coloristas, con rasgos claramente jonios.
Los ceramistas activos en Vulci fue
ron, entonces, numerosos y de gran per
sonalidad, como el precitado Pittore di
Paride, autor de una cuarentena de vasos,
en los que plasmó un rico panorama mi
tológico griego (el Juicio de Paris —un
bello ejemplar en Múnich—, Teseo y el
Minotauro, los Hechos de Hércules, entre
otros temas), y su discípulo, el Pittore del
Stleno, quien decoró vasos con temática
de Silenos, Ménades y escenas de ban
quete.
Ceramógrafos abiertos a gustos pro
piamente etruscos fueron el Pittore di
Amphiaraos, del que se conocen unas 18
obras, y el Pittore di Tityos, éste con unas 25
obras atribuidas, todas ellas de gran sol
Plato con el Rapto de Deyanira. Pittore de Tityos.
tura gráfica.
Vulci.
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