Page 357 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma

timonian, entre otros, los diferentes talleres de imitación activos en Orvieto, Vulci,
Volterra y Chiusi y de los que estamos mal informados.
Un ánfora (42,50 cm de altura) de una tumba de la necrópolis del Crocifisso del
Tufo, de Orvieto, y hoy en el Museo Arqueológico de Florencia, facilitó, entre la ce­
rámica pintada local, el más antiguo vaso etrusco de figuras rojas conocido. Fechado
hacia el 480 a.C., sirvió al parecer, por el color de la arcilla, la deficiente cochura y la
poca agilidad pictórica, de tanteo experimental, pero sus resultados no fueron satis­
factorios, pues aquel tipo cerámico no tuvo continuidad por entonces.
Se sabe que uno de los iniciadores de tal tipo de cerámica en Etruria fue un grie­
go, de nombre Praxias, proveniente de Cumas o de Reggio y que trabajó en Vulci ha­
cia el 470 a.C., después de haber añadido a su nombre griego el etrusco grequizado
de Arnthe.
En general, la temática decorativa continuó con los asuntos mitológicos —entre
ellos, el ciclo de Dioniso,— para ir evolucionando hacia temas de género, esto es, es­
cenas de palestra, guerreros, Sátiros y Ménades.
También Campania y el país falisco conocieron una gran actividad ceramista de
imitación de figuras rojas. Otros alfares radicaron en Perugia y en Caere, aquí con un
abultado número de ejemplares producidos. En la segunda mitad del siglo iv a.C.,
grupos muy activos de ceramógrafos se situaron en Vulci (Gruppo dett’Imbuto, estudia­
do por M. Cristofani), Volterra y Chiusi, produciendo grandes cráteras de cáliz,
kylikes, copas y kántharoi con motivos decorativos tanto pictóricos como plásticos
aplicados, y askói, reservados éstos, sobre todo, a usos funerarios. Su temática se cen­
tró básicamente en temas griegos, como es el caso del Pittore di Hesione, el más prolí-
fico de los ceramistas volterranos, según L. Jehasse.
Junto a esta cerámica también se fabricaron, imitando siempre formas griegas, ce­
rámicas sobre fondo blanco, cuya forma más popular fue la de la lékythos funeraria,
muy de moda ya desde la mitad del siglo anterior.

Cerámica delperíodo de decadencia

Por otra parte, a finales del siglo rv a.C., la estandarización cada vez mayor de la
cerámica abocó a una pérdida gradual de calidad y de estímulos innovadores, pasán­
dose con ello a reducir el campo de las escenas pictóricas que, además, paulatina­
mente serían sustituidas por motivos geométricos y grandes cabezas femeninas pin­
tadas de perfil (Grupo de Torcop, Grupo Genucilia, Grupo de Gnatia).
Entre el siglo rv y el ni a.C. debe situarse al ceramógrafo altoadriático, denomi­
nado por G. Riccioni ilpittore unza occhi, por la particularidad de pintar sus cráteras
con testas de caballos y cabezas femeninas sin ojos, tal como puede verse en algunos
ejemplares conservados en los museos de Adria y de Ferrara. También sobresalieron
algunos ceramógrafos activos en Volterra y Chiusi.
Luego, durante todo el siglo m a.C., se asistiría a la desaparición casi total de la
cerámica figurada etrusca por razones primero de empobrecimiento técnico y segun­
do por exigencias económicas achacables a los usuarios.
En cualquier caso, aquellas cerámicas serían sustituidas todas ellas por otra, muy
original, de barniz negro, con potente brillo metálico y que, creada en Campania,
pronto pasaría a Etruria. Desde aquí tendría una amplia difusión por todo el Medite­
rráneo occidental, con multitud de ejemplares hallados en Italia, sur de Francia, España

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