Page 466 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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He aquí una posible traducción. Texto frontal. «[Él {Aker Tavarsio} fue] nieto legí
timo y magistrado por un año. Vivió durante 40 años, aquí, en Serona. Aker Tavar
sio [hijo de] Vanalasi, [estuvo] en Serona, territorio de Morina. Texto lateral. [Duran
te la magistratura] de Holaie Fokias, en Serona, aquí [...] Haralio vivió. Eptesio vino
de Focea. [Aker Tavarsio] vivió durante 40 años y fue magistrado durante un año.»
Sin embargo, para J. Heurgon el texto de la Estela conmemoraría el acto heroico
de Holaie Phokiasale, natural de Efestia, muerto a los sesenta años, tal vez, luchando
contra los persas.
Este importantísimo documento, que ha generado numerosos estudios monográ
ficos, constituye, desde el punto de vista lingüístico, como mínimo un «parentesco
tipológico» del etrusco con el lemnio, no descartándose un verdadero «parentesco ge
nético» de ambas lenguas.
Para L. Agostiniani y C. De Simone, la lengua de la Estela constituye una varian
te del etrusco arcaico. El segundo de los autores citados, en diversos estudios mono
gráficos (1995-2000), argumenta que el alfabeto de Lemnos fue introducido desde
Etruria, siendo el lemnio, por lo tanto, una variante etrusca en sentido propio.
Debe decirse, además, que para algunos estudiosos esta Estela es el argumento de
finitivo en favor de la emigración por mar de los etruscos desde el Asia Menor a Ita
lia. Sin embargo —y distanciándonos de la opinión de M. Lejeune—, este argumen
to se podría plantear a la inversa. Quizá a Lemnos pudo llegar a finales del siglo vm o
inicios del vil a.C. un alfabeto que los villanovianos, en trance de devenir etruscos,
o los propios etruscos, acabarían de recibir de los colonos griegos de Pitecusa. Allí,
tal alfabeto pudo haber evolucionado bajo influencias locales y sobre todo asiáticas
durante dos siglos antes de aparecer en la Estela de Kaminia y en otras cuatro inscrip
ciones fragmentarias sobre vasos, en un amplio horizonte arqueológico situable en
los siglos vil y vi a.C. Ello, en opinión de M. Gras, justificaría la parentela de los dos
alfabetos —el lemnio y el etrusco—, así como las diferencias existentes entre ambos,
generadas en su evolución independiente.
Para el experto H. Rix, el lemnio no fue un «dialecto etrusco emigrado en tiem
pos históricos» desde Occidente a la isla, en razón precisamente de las diferencias de
ambos alfabetos.
Muy interesantes son las precisiones de C. De Simone y G. Chiai, publicadas re
cientemente. Para tales estudiosos, la Estela de Lemnos no puede considerarse como
tal, sino como una lastra, que iría puesta horizontalmente sobre una tumba, tesis ba
sada en el poco grosor y escasa calidad material de la lastra —verticalmente se expo
nía a su rotura— y en la comodidad de la lectura de sus líneas (dos son continuas y
bustrofédicas), si se observa colocada de modo horizontal.
Asimismo, el estudio de su interpuntuación (silábica y verbal a un tiempo) abo
ga por argumentar que fue grabada por dos lapicidas que provendrían de una escue
la de la Etruria meridional. La única objeción que puede hacerse, reconocida por am
bos especialistas, es que en el siglo vi a.C. no se conocía en la isla la inhumación, por
lo cual es problemático que sirviese como lastra tumbal.
e) Las láminas de Pyrgi
Mención aparte merecen las tres celebérrimas láminas de Pyrgi (TLE, 874-875),
halladas, como ya se ha dicho, en el año 1964, en una pila de piedra situada en un
foso del «área C» del complejo cultual de Pyrgi, y que hoy se atesoran en el Museo
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